En las últimas décadas, el Salón de Frankfurt fue sin duda la muestra más importante de la industria automotriz mundial, que convivía año por medio con París y competía con la puesta en escena del frío Detroit, que se realizaba en enero y donde el plato fuerte eran las marcas norteamericanas. Durante décadas, estos eventos -junto con Ginebra- eran los que más llamaban la atención para los fabricantes de occidente y para el público que repletaba las instalaciones para ver los últimos estrenos de las marcas tradicionales. Si se sumaba Tokio, se llegaba a los cinco magnos eventos a los que había que ir, al menos, una vez en la vida.
Sin embargo, la irrupción de los salones de China (Beijing y Shanghai que se alternaban la localía) y muestras como Nueva York, Los Ángeles o el CES (que comenzó como una feria de tecnología), o, incluso, los concursos de elegancia como Villa Dell’Este (Italia), el de Pebble Beach (Estados Unidos) o el Festival de Goodwood (Inglaterra), comenzaron a ganar terreno y lo salones como los conocíamos empezaron su decadencia. Los que no eran locales en un salón, daban un paso al costado y se enfocaban más en sus propios mercados o en acciones más directas con sus clientes, como lo que pasó con las marcas de lujo y los eventos exclusivos.
Todo eso, sumado a la digitalización de las comunicaciones, hacía presagiar que los salones ya no tenían sentido, hasta que llegó el Coronavirus y los catapultó casi por completo, dándoles un “respiro” para ver cómo se replanteaban para volver ser atractivos, para la comunidad y para los periodistas, que antes de eso llegaban en masas (a veces hasta 10 mil acreditados por evento).
Así, en 2021 nació el IAA Mobility, la Exhibición Internacional del Automóvil de Alemania, ese que hasta antes de la pandemia se realizaba en Frankfurt, y que este año se realizó su segunda versión, nuevamente en Múnich.
Alemanas por doquier
Pasamos del Salón de Frankfurt en el que había que moverse casi en auto para ir de un edificio de exposición a otro, a los seis pabellones del Messe de Múnich, donde si bien es muy grande, puedes hacerlo caminando y no te toma más de un día recorrerlo entero y al detalle. Ahí se encontraban casi todas las marcas. Y digo casi, porque la capital Bávara también estaba intervenida con sendos estands abiertos para la comunidad. Y es que esa es la gracia de esta nueva feria, donde el foco está puesto en la movilidad sostenible, por lo que no solo se podían ver exhibidos automóviles, sino también todo lo que tenga que ver con micromovilidad (bicicletas, motos, cuadriciclos y scooters) hasta todo lo que tenga que ver con sistemas de electromovilidad (software, baterías, etc).
La feria sustituta del Salón de Frankfurt no brilló como se esperaba que lo hiciese. Es cierto, el poderío alemán se vio en todo su esplendor, pero se sintió la ausencia de las japonesas, coreanas y norteamericanas. De las francesas, solo Renault estuvo presente y del grupo Stellantis, la única que estuvo fue Opel (alemana) y con una pequeña muestra en la ciudad y solo un conceptual en el salón mismo. Volvo tampoco asistió, por ende, la atención recayó en las dueñas de casa y las chinas (ver páginas siguientes).
Sin duda el Grupo Vokswagen fue por lejos la muestra más atractiva. Evocó al diseño y a la tradición y cautivó con sus conceptuales y la puesta en escena en la ciudad.
Volkswagen fue la primera y su máxima estrella fue el ID. GTI Concept. Como bien lo indica su nombre, se trata de un concepto que lleva la icónica sigla GTI a su catálogo de coches eléctricos.
El ID. GTI Concept se basa en el ID.2all que se presentó meses atrás y que apuesta a ser el auto eléctrico de 25.000 euros de VW. La marca alemana asegura que este concepto es un homenaje que mantiene el ADN de sus históricos modelos con prestaciones deportivas, como el Golf GTI.
También hubo espacio para mostrar el nuevo Tiguan, eso sí la firma de Wolfsburg lo presentó con camuflaje, para que su estrella no perdiera atención. A ellos, obviamente se sumó la familia ID. y también los estudios que realizan en manejo autónomo, mostrando el ID.Buzz AD, un prototipo de con nivel 4 de manejo autónomo, con el cual están realizando pruebas en las calles y alrededores de Múnich para registrar datos y mejorar el funcionamiento de sus equipos LiDAR, cámaras y radares que le permiten desplazarse sin intervención de un conductor.
Cupra, que se ha transformado en todo un suceso en Alemania, optó por este escenario para estrenar en forma real el DarkRebel, un prototipo creado en colaboración con la comunidad digital Cupra Tribe. Es el resultado de los comentarios sobre 270.000 configuraciones online y adelanta cómo podrían ser los futuros deportivos eléctricos de la marca. Con carrocería shooting brake, sin duda fue uno de los autos más provocadores de Múnich. Detalles, nada mucho, excepto que es completamente eléctrico y que buscará ser uno de los íconos de la marca, aunque por supuesto que su llevada a producción no está ni cerca.
Audi, por su parte, también dejó su gran destape a medias, al “presentar” solo el interior del nuevo Q6 e-tron. El vehículo será el primero de la marca en utilizar la nueva plataforma PPE y la arquitectura electrónica E3. Lo más llamativo es la renovación de sus interfaces digitales y la firma de los aros dejó en claro el Q6 e-tron es un vehículo desarrollado “de adentro hacia afuera” y con un enfoque centrado en las personas. Es por ello que el fabricante ha puesto especial atención en su sistema de triple pantalla, que es aprovechado tanto por el sistema de infotainment como por el instrumental del coche. Incluye una pantalla panorámica curva de 14,5 pulgadas, emparejada con un “tablero digital” de 11,9′', mientras que frente al asiento del acompañante, se ubicará un panel de 10,9′'. Además, Audi anunció que tendrá un sistema de sonido 3D y un asistente de voz con capacidades de autoaprendizaje que se activa con el comando “Hey Audi”.
Mercedes-Benz usó los dos espacios (ciudad y centro de convención) para hacer sus destapes, obligando a quienes querían conocer sus novedades a asistir a ambos lados. La gran novedad fue el CLA Concept. Se trata de un sedán eléctrico con autonomía de hasta 750 kilómetros que hereda varias características del concepto EQXX que se presentó el año pasado. De acuerdo con la automotriz, el coche mostrado en Alemania es un “vistazo cercano” a la versión de producción.
Con un diseño atractivo, en línea con una estética ya conocida entre los vehículos de la marca, aunque con características distintivas, como el peculiar formato de los faros delanteros. En cuanto a la faz técnica, el Concept CLA será el primer coche de Mercedes-Benz producido sobre su nueva plataforma MMA, lo que le permitiría tener, al menos, tres variantes: una de tracción trasera con hasta 223 Hp, una de hasta 210 Hp y una más deportiva, con doble motor y tracción integral, que llevaría el sello de AMG. Lo más novedosos, eso sí del nuevo CLA Concept es una arquitectura eléctrica de 800 voltios.
A ellos se sumó también un concept de la Clase G y por supuesto, el terrenal Mercedes-Benz Clase E 400 e4Matic, un híbrido enchufable con motor de gasolina que ofrece hasta 111 kilómetros reales de autonomía eléctrica, gracias a una batería de 25,4 kW/h y su motor desarrolla una potencia 381 CV.
En BMW estrenó en sociedad la nueva Serie 5 y su variante eléctrica i5, que deslumbraron a los asistentes con su diseño. Pero sin duda, la mayor novedad de la marca fue su conceptual Neue Klasse. BMW asegura que esta nueva arquitectura y lenguaje de diseño es una de las apuestas más importantes de su historia. Y, pese a sus líneas futuristas, la compañía afirma que la apariencia es muy cercana a la que se implementará en sus vehículos de producción. De ella, BMW aspira a producir un SUV y un sedán mediano, los que incorporarán un nuevo tipo de baterías cilíndricas que podrán ofrecer hasta un 20 % más de densidad energética que las que la marca utiliza en la actualidad y los cuales deberían ver la luz a partir de 2026.
También del grupo BMW, MINI mostró en la ciudad sus renovados Cooper 3p EV, Countryman y Countryman EV, todos con mayor tecnología, nuevo diseño y por supuesto, mayor autonomía.
De forma más escueta Opel mostró lo que será su futuro con Experimental. Basado en la nueva plataforma STLA Médium de Stellantis, introduce en la marca la actualización del famoso logotipo Blitz y muestra las líneas depuradas y minimalistas que traerán sus nuevos modelos eléctricos.
A él se sumó la nueva generación del Opel Corsa eléctrico y el Astra Sports Tourer Eléctric.
Finalmente, Renault deslumbró al traer de regreso el Scenic E-Tech Electric, que en 2024 llegará al mercado en formato de crossover y con una autonomía de hasta 620 kilómetros. El Scénic eléctrico ya se había dejado ver previamente a modo de concepto, pero esta vez ya es un modelo de producción. Con dos variantes de baterías, ambas con tracción delantera. La estándar incluirá una batería de 60 kWh y un motor capaz de entregar el equivalente a 167 caballos de potencia, pudiendo alcanzar una autonomía de 420 kilómetros.
La segunda tendrá un acumulador de 87 kWh y un motor más potente, capaz de entregar el equivalente a 215 Hp y 620 kilómetros de autonomía.
Lo que faltó
Si bien era claro que los autos eléctricos e híbridos enchufables serían los que tendrían más visibilidad -tal como viene ocurriendo hace varias ediciones en los diversos salones y muestras mundiales- fue raro no ver modelos que sorprendieran por lo inesperado o por su tecnología. Se extrañó ver una mayor profundización en el desarrollo o anuncios de autónomos, lo que era llamado hace un lustre a ser la próxima revolución tecnológica de la industria automotriz. Al final, su desarrollo ha sido más lento de los esperado, ya sea por los costos o por las normativas, las marcas han puesto su foco en la electromovilidad, dejando la conducción autónoma en un camino alterno.
Para muchos el Salón de Múnich no es ni la sobra de lo que era Frankfurt, pero sin duda la muestra de la capital bávara dejó en claro que los europeos aún tienen mucho que decir. Todavía.