Este 11 de mayo es un día histórico en España para automovilistas, motoristas, ciclistas y peatones. Ello, pues esta jornada entró en vigencia la nueva ley de velocidades máximas en ciudad, que establece que en vías de un solo sentido la velocidad máxima se reduce incluso a 20 km/h y 30 km/h, cuando concurren determinadas circunstancias.

El Real Decreto 970/2020, del 10 de noviembre, que modifica el Reglamento General de Circulación, establece que en aquellas calles de una vía por sentido en que no haya una separación de nivel entre acera y calzada, cuyo límite generalmente está delimitado solo por bolardos o líneas, la velocidad máxima de circulación será de 20 km/h. Antes la velocidad en dichos casos estaba fijada en 40 km/h de máxima.

En aquellas vías también de una vía por sentido, pero donde sí hay diferencia de niveles entre acera y calzada, la máxima llegará a los 30 km/h (antes era de 50 km/h), en tanto que la velocidad máxima en vías de dos o más carriles por sentido de tránsito (en ningún caso se suman aquellos carriles exclusivos del transporte público), la máxima se amplía hasta los 50 km/h.

El ministro del Interior de España, Fernando Grande-Marlaska, señaló este lunes que la reforma legal que limita a 30 km/h la velocidad en calles de un único carril por sentido “sitúa a España a la vanguardia de un movimiento global que, alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, quiere que nuestras ciudades sean más humanas, que nuestras calles sean calles de vida y para la vida”.

La Organización de las Naciones Unidas ha recomendado la limitación de la velocidad urbana a 30 km/h en la Declaración de Estocolmo de febrero de 2020, emanada de la Tercera Conferencia Mundial de Seguridad Vial, y en la Resolución que su Asamblea General aprobó el 31 de agosto de 2020.

Este lunes el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones de nuestro país, publicó un estudio que estableció que en Santiago un 60% de los automovilistas viola la normativa de velocidad máxima en ciudad de 50 km/h.