Tras el receso de Copa América, el fútbol chileno vuelve a la competencia. Los equipos más grandes del país, Colo Colo y Universidad de Chile, regresan con presentes opuestos. Los albos intentando darle caza a Universidad Católica en lo alto de la tabla y los azules con la necesidad de sumar puntos para escapar del descenso. Pero más allá del resultado del domingo, lo cierto es que ambos equipos se encuentran trabajando en objetivos que van más allá de la posición final en un campeonato. Y a pesar de la histórica rivalidad, hoy lucen más semejanzas que diferencias.
Responsables de esta situación asoman dos ex jugadores emblemas de los equipos más grandes del país. Marcelo Espina como gerente deportivo de Colo Colo desde hace un año y Rodrigo Goldberg, director deportivo de Universidad de Chile desde hace un par de meses, delinean y definen la estrategia que tomarán sus clubes sin centrarse en la obtención de una copa más o una copa menos.
El "Cabezón" y el "Polaco" se conocen desde hace años. Fueron rivales en la cancha, pero afuera la relación es amistosa, pese a que no se veían desde hace un largo tiempo. Hablan entre ellos, se comentan temas comunes, de la Sub 15, del torneo local, de los planteles. Se sonríen con recuerdos futboleros. También con el paso común que dieron ambos en los medios de comunicación. Y gentilmente aceptan un mano a mano para conocer el proyecto que los tiene trabajando de cabeza en sus cuarteles generales.
Goldberg es el más efusivo en el reencuentro y, tras un apretado abrazo, hace memoria de los duelos entre ellos. Dice "cómo pegaba Marcelo en la cancha… parecía que no, pero era muy duro". Espina lo niega. Se ríe. Pero más allá de las bromas, se palpa un respeto mutuo. Y fuera de bromas, Goldberg reconoce que "a Marcelo le tengo enorme cariño, es un tipo súper capaz, me encanta la visión de fútbol que tiene y sé que le va a hacer muy bien a Colo Colo, lo tengo clarísimo, es una persona preparada, muy bueno para trabajar, me alegra muchísimo cuando gente capaz llega a esos puestos y que, además, es identificado por el club".
» Las bases del primer equipo
Marcelo Espina y Rodrigo Goldberg saben perfectamente de desafíos importantes. Conocen bien la historia de sus clubes. El "Cabezón" experimentó días de gloria en torneos nacionales y Copa Libertadores, pero luego vivió en carne propia la quiebra de Colo Colo en 2002. El "Polaco" supo lo que era pasar un cuarto de siglo sin ver a su equipo campeonar, hasta que logró levantar la copa en 1994.
Ambos saben lo que significa la identidad de sus respectivos elencos y sobre ese punto delinearon una hoja de ruta que les haga cimentar bases institucionales sólidas que permitan tener a sus equipos en una posición relevante cuando celebren el centenario de vida, Colo Colo en 2025 y Universidad de Chile en 2027. Parecen fechas lejanas, pero para llegar de la forma soñada a esa conmemoración el trabajo debe empezar ahora.
Sobre este punto, Espina dice que "estamos recién empezando a poner los primeros ladrillitos para el centenario del club, para que más adelante exista una consolidación a nivel institucional. Es una fecha muy interesante y para eso tenemos el proyecto 60/40, que es tener el 60% de los jugadores del plantel formados en casa. Sabemos que no es fácil meter un jugador de cadetes y que se consolide en el primer equipo, pero creo que con paciencia, tranquilidad y una idea de trabajo estable, nos podemos acercar al objetivo".
Un camino similar espera tomar la "U", pues como dice su director deportivo, "el objetivo es que, de aquí a tres años, el 40% del plantel sea del fútbol formativo. Hoy tenemos poco más del 20%, pero ahí se encuentran Johnny Herrera y Ángelo Henríquez, quienes vienen de procesos muy anteriores, no son de ahora. Si sacas a esos dos, el promedio baja aún más, lo que difiere mucho de Universidad Católica, que tiene el 68%".
Eso sí, no se trata de llegar y subir jugadores al primer equipo solo para decir "cumplimos el objetivo". Hay otros factores sobre los que trabajar y en Colo Colo, por ejemplo, Espina reconoce que al arribar "primero pregunté algunas cosas que pretendía el club y a partir de ahí presenté lo mío, que en líneas generales era fortalecer la parte formativa, para que en un tiempo prolongado el club pudiese tener en Primera División un volumen importante de jugadores formados en casa. Además, reducir en cantidad el plantel, pues yo creía que Colo Colo tenía un plantel grande en cantidad de nombres, y dentro de esa reducción insertar algunos jóvenes, que se mezclaran con jugadores de renombre y jerarquía. Y, por último, tener un técnico con una idiosincrasia colocolina".
El "Polaco" avanzó en la misma dirección cuando fue incorporado al club estudiantil junto a Sergio Vargas. "Hicimos una propuesta al directorio que coincide con las necesidades del club y con lo que nosotros creemos que debe ser la "U" por su historia. El equipo en los momentos más difíciles echó mano a las divisiones inferiores, a lo que tenía más cerca, a la identidad, y eso es lo que tenemos que recuperar, porque se perdió. Los grandes triunfos también trajeron comodidad y un aire de pensar que no era necesario renovarse en el éxito. Esa estabilidad de pensar que por inercia se va a continuar, que como la U normalmente ganaba un campeonato de dos o tres que disputaba, era un ejercicio peligroso que te puede llevar arriba, pero también muy abajo".
Otro avance que exhibe el "Cacique" pasa por la creación de una secretaría técnica. "La armamos en septiembre del año pasado. Ahí seguimos un volumen importante de jugadores nacionales e internacionales con ciertos rasgos de edad, precio, de estilos de juego, clubes en los que juegan. Lo interesante es que esta secretaría no tiene relación con el entrenador, es del club, y es muy secreta para que funcione en forma independiente, por lo mismo, está en un lugar alejado y nadie sabe a quiénes estamos siguiendo. Nos sirve mucho como club, ya que debemos estar preparados para que, cuando nos vengan a buscar, por ejemplo, al lateral izquierdo, debamos salir rápido a buscar un reemplazante. Esto por lo menos agiliza la formación".
En el bando azul, Goldberg comenta que "parte de nuestro proyecto deportivo también apunta a una educación integral. Por eso nos reunimos con el rector de la Universidad de Chile, para acercarnos y sacarle rédito a un convenio que tenemos, y que nos ayuden a la formación de los jugadores. Tenemos en nuestra espalda la universidad más importante de Chile y queremos potenciarnos, hacer convenios de colaboración para ambos lados, si los alumnos de Kinesiología quieren hacer la práctica, que la hagan acá, y al revés, si los niños necesitan clases de inglés, que vengan pedagogos y nos ayuden con eso".
El proceso de desarrollo formativo que se hace fuera de la cancha, más allá de los entrenamientos y la estrategia es, sin duda, una de las grandes preocupaciones en los equipos más populares del país.
Para atacar ese punto, donde se mezcla la comunicación con la prensa y el cómo llevar el tema de redes sociales, Espina dice que "estamos encima de los jóvenes, hay charlas, se les va explicando, se les hacen reportajes internos para después corregirles, pero en la sociedad en la que vivimos, cómo hacemos para que un chico no tenga twitter o Instagram o todas estas cosas que en lugar de colaborar complican a todos.
Yo creo que el futbolista, el entrenador, un gerente deportivo, no tiene que tener redes sociales, porque el que escribe detrás de un teléfono es un NN, no sabes cuál es su interés y como salud mental lo mejor es no tener, no escuchar, no leer. Cuesta, pero ahora lo hago, ya no tengo nada, y eso que antes, cuando trabajaba en ESPN tenía twitter, pero por un tema de información, porque mi trabajo me lo exigía. Y desde que llegué acá cerré twitter y el Instagram no lo uso, ni lo miro".
Pero no termina ahí el apoyo a las promesas, pues también existe preocupación por lo que pasa con los representantes, que pueden complicar la tranquilidad de los jugadores con promesa. De ahí que, como dice el "Polaco", "en la 'U' trabajamos mucho el tema de los representantes, a quienes por transparencia los recibimos en el CDA, donde queda registro de a quien recibimos y cuánto tiempo estuvo con nosotros".
» Espina y Goldberg, por más roce
La conversación con estos ídolos de los clubes grandes se hace fácil. Las ideas en el fútbol formativo son variadas. Pero no a cualquier costo, como así tampoco la ecuación estará condicionada en base a resultados.
"Dentro de la política deportiva del club establecimos que salir campeón en las series menores es lo menos importante de las cosas importantes. No estamos buscando ser campeones. Si lo hacemos, como lo hicieron tres de cuatro categorías este año, mejor aún, porque a los chicos los motiva, a los entrenadores los motiva y lo que estamos haciendo se refleja en resultados y eso también está bueno, pero no estamos buscando ser campeones. Por lo mismo, he hablado bastante con el jefe técnico (Ariel Paolorossi) y con todos los entrenadores, y les he dicho que nuestro mejor partido o nuestra victoria más importante será cuando a fin de año podamos meter uno o dos futbolistas en el primer equipo y que se consolide. No hay mejor campeonato que ese", dice Espina.
En este aspecto, Goldberg se pone la misma camiseta. Sabe perfecto que los trofeos no son lo importante. "No nos sirve llenarnos de copas en inferiores si no suben jugadores al primer equipo, prefiero que se preparen física y sicológicamente. Y nosotros no estábamos haciendo ni lo uno ni lo otro, no estábamos ganando campeonatos y tampoco estamos promoviendo jugadores, y eso lo debemos cambiar. No me importa cuántos títulos tenemos, pero sí quiero que la "U" sea un referente de formación, internacionalmente respetado, que esté peleando afuera. Es un trabajo de larga data, pero es un lindo desafío".
Un avance importante en ese crecimiento de los jugadores se puede dar también por el paso a otros clubes, donde sumen experiencia, lo que no complica a los ex ídolos de Colo Colo y Universidad de Chile.
En ese sentido, el "Cabezón" dice que "el proceso de maduración en Chile es más lento que en otros lugares, por eso nosotros este año lo que estamos haciendo con los futbolistas que nosotros pensamos que tienen cierta condiciones para jugar en la Primera de Colo Colo, pero que todavía no están listos, en lugar de jugar en juvenil, es cederlos, pero no porque queremos que se vayan, sino porque queremos que jueguen en una serie más exigente que la Sub 19. No me sirve de nada que un delantero de la juvenil haga todos los domingos cuatro goles, por que el grado de dificultad de esa serie con la profesional es muy grande. Lo que tenemos que encontrarle es una exigencia mayor y como no están en el primer equipo, hacemos una cesión. Así, este año hemos cedido muchos chicos, a los que le estamos dando la oportunidad y a quienes estamos siguiendo permanentemente, en una competencia más exigente. Algunos van a Primera B, otros a la Segunda División Profesional, pero no los cedemos a cualquier lado, dependiendo de lo que queremos para el jugador, con un equipo con ciertas características, un entrenador con cierto perfil, es que si es para cederlo por cederlo mejor se quedan con nosotros".
Una postura similar se encuentra en la vereda azul, donde el ex delantero reconoce que "creemos que hay jugadores que deben ser incorporados poco a poco al plantel y otros que deben dar un paso más y salir a préstamo. Prefiero mil veces que se vaya a un equipo de Segunda División y que juegue a que esté en un equipo en Primera y que no lo haga, para eso mejor se queda con nosotros y que se quede en la juvenil".
Todo ese roce debería redundar en un salto de calidad, lo que se suma a la apuesta internacional. Para el "Polaco" dice que "nuestra idea es que los jugadores tengan una cantidad mínima de torneos internaciones antes de que pasen al fútbol competitivo, porque acá las competencias son pocas y entre cuatro equipos que destacan. A mí me pasó, que jugué un campeonato internacional a los 12 años y mi próximo torneo internacional fue una Copa Conmebol, donde me encontré con defensas que medían dos metros, que pesaban 10 kilos más y te quedas para adentro. Por eso, debemos hacerlos competitivos a nivel internacional".
Ese roce con jugadores extranjeros es el que también pretende imponer Espina. "Al proceso de crecimiento del club, al nuevo centro de entrenamiento, estamos tratando de internacionalizar a los más chicos. El año pasado se fue a una gira, este año le estamos agregando dos más. Tenemos que hacerlos salir, para que tengan otro roce y así nosotros saber dónde están parados".
Es la estrategia de los clubes más importantes de Chile, equipos que atravesaron momentos complejos, pero que en base a las denominadas fuerzas básicas del fútbol formativo esperan reinventarse y dar el salto que les permita estar a la par de los elencos más importantes de la región. MT