Este martes la Fundación Emilia, organismo no gubernamental que vela por la conducción responsable, entregó el balance de 2018. Precisamente el año pasado se cumplieron seis años años desde la entrada en vigencia de la Ley de Tolerancia Cero que bajó los grados de alcohol permitidos en la sangre para conducir. La modificación a la Ley de Tránsito estableció que quienes manejan con 0,8 gramos de alcohol por litro de sangre o más lo hacen “en estado de ebriedad” y quienes conducen con menos de 0,8 y más de 0,3 gramos de alcohol por litro de sangre, incurren en conducción “bajo los efectos del alcohol”.
El reporte de Fundación Emilia exhibe que desde 2011, cuando se firmó el Decenio de Acción de Seguridad Vial con la ONU, hasta 2018, hubo una baja de un 57% en los fallecidos en accidentes de tránsito con personas en estado de ebriedad.
La directora de la entidad, Carolina Figueroa, detalló que “nos damos cuenta que el 24,2% corresponde a mujeres y el 75,8% a hombres. Esto significa que en definitiva la siniestralidad vial tiene variable de género en cuanto a víctimas, en cuanto a imputados. Por tanto, las políticas públicas tienen que abordar esta variable para - de alguna forma- mejorar los mensajes en prevención”, añadió.
Aún más implacabilidad contra el estado de ebriedad
Figueroa acotó que plantearán modificaciones al Poder Legislativo para que la conducción en estado de ebriedad se baje del 0,8 gramos de alcohol por litro de sangre actual, a solo 0,5 para igualarse a otros países de la OCDE.
En el resumen de accidentes de 2018 provocados por personas en estado de ebriedad, se cuentan 149 víctimas: seis ciclistas, 25 peatones, 68 pasajeros de vehículos, dos motociclistas y 48 conductores. En 2018 la cifra era de 348 fallecidos.