La pandemia producida por el Covid-19 desde 2020 produjo diferentes secuelas en la industria automotriz, coletazos que produjeron la no producción de 9,5 millones de vehículos en todo el mundo. Además, afectó la disponibilidad de componentes y según el último estudio realizado por S&P Global Mobility, recién ahora ha encontrado una nueva normalidad.
Hace tres años ocurrió el Covid-19 y las restricciones sanitarias trajeron que prácticamente todas las plantas de las marcas de autos dejaran de producir vehículos, afectando la oferta en el mercado y registraron pérdidas importantes.
Según lo que informa este estudio lo que más afecto fue la disponibilidad de chips semiconductores la que tuvo un efecto drástico en todas las facetas de la industria automotriz y, a su vez, en la economía global. Sin embargo, proyecta números alentadores a futuro.
S&P Global Mobility estima que en 2021 se perdieron más de 9,5 millones de unidades de la producción mundial de vehículos ligeros y solo el tercer trimestre de 2021 experimentó una pérdida de volumen de 3,5 millones de unidades, mientras que en 2022 se vieron afectadas tres millones de unidades por el hecho de la falta de ciertos componentes.
Transcurrido ya estos seis meses del 2023, según este estudio se dejaron de fabricar solo 524 mil vehículos relacionadas con la escasez de chips semiconductores No obstante, este escenario deja conclusiones bastante optimistas e incluso se ve que la industria se adoptó a esta escasez y que en los próximos años tendría mejorías gracias a una predecible disponibilidad.