Un triste noticia ha sacudido a la industria automotriz. Y es que el que fuera jefe de diseño de BMW y Rolls-Royce, Ian Cameron fue asesinado en su casa de Baviera (Alemania) el pasado 12 de julio. Su mujer, Verena Kloos, consiguió escapar y llamar a la policía, aunque no pudo atrapar al sospechoso.
Según las primeras indagaciones, se cree que el presunto autor del asesinato intentaba robar parte de la colección de autos que Cameron tenía en su garaje, así como otros objetos de valor que atesoraba en su casa y que, según The Sun, estarían avaluados en más de 3,5 millones de euros.
Kloss, también diseñadora de automóviles, consiguió escapar a través del muro y pasar a la casa del vecino desde donde dio la voz de alarma.
La policía declaró que los cables de las cámaras de vigilancia estaban cortados, lo que sería indicativo de que el intento de robo estaba planificado. Pero el único sospechoso huyó a pie, lo que sorprende para un golpe que parecía estudiado.
Cameron, de 74 años, trabajó para BMW y Rolls-Royce durante mucho tiempo. Formó parte del equipo de diseño exterior del BMW Z8 y dirigió el equipo de diseño de la firma británica cuando la adquirió BMW. Su creación más famosa fue, probablemente, el Rolls-Royce Phantom de 2003, que marcó la pauta de diseño para todos los modelos siguientes, hasta hoy.
Actualmente, trabajaba para su propio estudio de diseño Cameron Partners Desing.
En un comunicado a Automotive News, BMW expresó su tristeza por la noticia: “Estamos profundamente conmocionados y tristes por la noticia sobre nuestro antiguo diseñador de Rolls-Royce. Nuestros pensamientos están con su familia y amigos durante estas horas difíciles”.