Hace ya un tiempo que el Gobierno de Filipinas hace noticia en el mundo por la destrucción de autos deportivos de alta gama, que alguna vez estuvieron en poder del crimen organizado. En 2018, por ejemplo, más de 60 autos triturados coparon las páginas de varios medios alrededor del globo. ¿Acaso no habrá otra salida menos violenta? Lo cierto es que ahora un Ferrari 360 Spider es la nueva víctima de la mano de hierro del gobierno encabezado por Rodrigo Duterte.
La información es publicada por Gulf News y muestra cómo esta pieza italiana es arrollada por un máquina de gran tonelaje. "Este auto fue declarado maliciosamente como auto partes (repuestos) para evitar el pago de impuestos", explica Rey Leonardo Guerrero, comisionado filipino encargado de esta particular misión que pretende ser un escarmiento para quienes osen repetir esta práctica.
Este Cavallino Rampante azul había llegado en mayo al país. Su precio bordeaba los 7 millones de pesos filipinos, unos $ 96 millones. Cuando la trituradora lo pasó por encima, también se llevó consigo un motor V8 de 3.6 litros, capaz de desarrollar 400 caballos para un 0 a 100 km/h de 4,5 segundos y una velocidad tope que bordeaba los 300 km/h.