El caballo negro indómito, el rojo furioso, sus victorias en el motorsport y el sonido abrumador de sus motores de ocho y 10 cilindros han sido desde siempre los sellos característicos de Ferrari. Pero, ¿cómo el fabricante de Maranello se adaptará por completo a la nueva era eléctrica? Era una de las preguntas sin respuesta en el mundo motor. Lo primero que hay que decir, es que Ferrari ya ha iniciado esta senda de la mano del SF90 Stradale, un deportivo que si bien emplea baterías y tiene tres motores ecológicos, no se desapega de los convencionales bloques a combustión, equipando un generoso bloque V8 de 3.9 litros. Ahora, la marca fundada por Enzo Ferrari explica que no será hasta la segunda mitad de la próxima década cuando veamos un Ferrari totalmente eléctrico que prescinda de parte de esa citada esencia.
El motivo que se aduce, es el punto de desarrollo en que se encuentran hoy en día las baterías. El CEO Louis Camilleri afirma que la tecnología "todavía no está donde debería" y que "hay problemas significativos en relación con la autonomía y los tiempos de recarga". Esta explicación parece de mucho sentido si se considera que el citado SF90 Stradale puede rodar apenas 24 km en modo completamente ecológico.
De todos modos, Camilleri deja en claro que los ingenieros están trabajando respecto con futuros modelos, de manera que cuando las baterías alcancen un mayor rendimiento, Ferrari ya tenga la capacidad de dar vida a su primer deportivo eléctrico y libre de emisiones.
Por cierto, los estándares de la casa de Maranello parecen ser superiores a los de muchos otros fabricantes, así como también lo son los requerimientos de sus clientes. ¿Un Ferrari eléctricos? No, al menos por ahora.
