Enzo Ferrari siempre lo sostuvo: cada Ferrari que atraviesa el pórtico de Maranello se transforma automáticamente en una pieza única. Ahora, si de ese modelo del Cavallino Rampante solo se construyeron seis unidades, entonces estamos en presencia de una auténtica vedette con alma de purasangre. Es precisamente la impronta que proyecta un Ferrari Sergio, creado en el laboratorio de Maranello como un homenaje al diseñador, ingeniero y político italiano Sergio Pininfarina. La versión “de calle” del Sergio debutó en el Salón de Ginebra del año 2015.

El modelo que ahora busca un nuevo dueño es precisamente el que estuvo en exhibición durante varios días en la cita helvética. Tal como lo aprecias en las fotografías, lleva el clásico amarillo de Ferrari, que es el segundo tono más representativo de los autos del Cavallino Rampante, solo por detrás del rojo furioso.

Según reporta el sitio español Periodismo del Motor, cada uno de los seis propietarios de un Sergio pagó en su minuto algo menos de tres millones de euros por el bólido italiano. En el caso particular de este modelo amarillo, ya había salido a la venta en 2017 por 4,3 millones de la divisa común europea, pero no encontró interesados. Ahora, sale a mejor postor por un precio más “módico” de 2,95 millones de euros. Traído a nuestra moneda, se traduce en 2.350 millones de pesos.

Un Ferrari de tomo y lomo

El Sergio está construido sobre la base del Ferrari 458 Spider. Está impulsado por un bloque atmosférico de 4.5 litros y ocho cilindros en disposición V. Desarrolla 605 Hp y puede alcanzar los 100 km/h en 2,9 segundos.

Esta unidad del Ferrari Sergio tiene apenas 118 kilómetros recorridos, y está a la venta en Bélgica.