Tal como hiciera Lamborghini hace cuatro años, cuando no se guardó nada para conmemorar el medio siglo del Lamborghini Miura, hoy Sant’Agata Bolognese vuelve a vestirse de etiqueta para festejar a uno de los suyos. El Lamborghini Diablo cumple 30 años desde que llegara al mercado en 1990, con el cartel de ser el deportivo más veloz del mundo. El desarrollo del modelo comenzó en 1985...
Automobili Lamborghini cuenta que en un inicio el proyecto se conoció bajo el código interno 132, destinado a una misión para nada sencilla: reemplazar al veteranísimo Countach, presente en las calles desde 1974 y que a su vez había tomado la posta del citado Miura, el primer superdeportivo de la historia. Con tanta legado detrás, nada podía dejarse al azar. Como los citados antecesores del Diablo, estuvo involucrado el ingeniero italiano Marcello Gandini.
Cuando llegó en 1990, este toro con nombre demoniaco declaraba una velocidad punta de 325 km/h. Asimismo, en su puesta a punto participó activamente el piloto italiano Sandro Munari, quien en 1977 fue campeón del WRC a los mandos del recordado Lancia Stratos con los colores de Alitalia.
Una bomba diabólica
Para hacerle honor a su prometedor denominación de Diablo, el superdeportivo montó un motor naturalmente aspirado de 12 cilindros en V de 5.7 litros, ubicado en disposición longitudinal trasera. Tenía cuatro válvulas por cilindro e inyección multipunto, para desarrollar 485 caballos y 580 Nm gestionados por una caja manual de cinco cambios. Para ponerle más ingredientes a su picante sopa, Lamborghini subraya que más allá de llevar elementos de confort, como interior de piel o aire acondicionado, el Diablo fue un tracción trasera puro y duro, puesto que la marca no lo dotó de ninguna asistencia a la conducción hasta 1993. A ver si alguien se atrevería a domarlo hoy...
Con los años, el Lamborghini Diablo no dejó de crecer (su motor rápidamente se agrandó a un 6.0 litros). Tres años después del estreno, se lanzó el Diablo VT, el primero con tracción total. Igualmente en 1993, vino el Diablo SE30, una edición por los 30 años del nacimiento de Automobili Lamborghini y que la marca aprovechó -como no- para tocar otra vez el motor y hacerlo despegar a 523 caballos de potencia. En 1995 fue turno del Diablo SV, máquina otra vez disponible solo en tracción trasera, que contó con un alerón ajustable y 510 Hp para gozar. En diciembre de esa misma temporada nació el primer Lamborghini de calle con motor 12 cilindros y descapotable.
Cuando Lamborghini le puso la lápida (lo reemplazó el Murciélago), el Diablo estaba ya convertido en el modelo más fabricado de la compañía. Salieron de Sant’Agata Bolognese un total de 2.903 Lamborghini Diablo.