Melvin y Voncile Hill murieron en abril de 2014 cuando su camioneta Ford F-250 modelo 2002 se volcó luego de que estallara un neumático. Entonces sus hijos Kim y Adam demandaron al fabricante norteamericano por negligencia.

Y es que según ellos Ford sabía que los techos de las F-250 eran demasiado débiles para proteger a los pasajeros en caso de volcamiento, pero no advirtió a los consumidores y mantuvo el diseño defectuoso del techo hasta 2016.

Así se presentaron pruebas de casi 80 accidentes similares con vuelcos en los que el techo del vehículo colapsó y aplastó a sus ocupantes y en los que resultaron heridos o murieron automovilistas.

Ocho años después, el jurado del condado de Gwinnett, al noreste de Atlanta (Estados Unidos) falló a favor de la familia Hill y los demandantes, ordenando a Ford pagar 1.700 millones de dólares en compensación.

Al respecto, la firma del óvalo planea apelar al veredicto e indemnización, cuyo 75% del importe por daños punitivos van al Estado. El resto se reparte entre los demandantes y los abogados.

Mientras se confirma o rebaja la multa, se trata de la segunda más alta de la historia. En primer lugar, se encuentra la impuesta a Volkswagen por el escándalo de las emisiones en Estados Unidos: 25.000 millones de dólares. Ni más ni menos.

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