Una noticia inesperada fue la que dio a conocer ayer Ford de Brasil. La firma del óvalo azul, que produce vehículos en Argentina y en la mayor economía sudamericana, comunicó formalmente que bajará la cortina a su planta de São Bernardo do Campo a fines de este mismo año, lo que supone el cese de la producción del Fiesta que se vende en Chile, además de la línea Cargo, la F-4000 y la F-350. Esta planta ubicada en un suburbio industrial de São Paulo operaba desde 1967.
“Ford está comprometido con la región de Sudamérica a través de la creación de un negocio sostenible y rentable, con una oferta de productos fortalecida, una experiencia extraordinaria para los clientes y un modelo de negocio más ágil y eficiente,” dijo Lyle Watters, presidente, Ford para Sudamérica.
Ford y un saldo de 24 mil empleos
Más allá del fin de la producción del Fiesta en Sudamérica, la noticia más dura viene por parte de los vehículos pesados. Es que la firma americana se retira del mercado de camiones pesados, que había estado históricamente apuntalado por la línea Cargo. Según información publicada por el periódico Folha de São Paulo, el fin de la planta de São Bernardo supondrá que unas 24 mil personas pierdan su empleo, de manera directa o indirecta. Ford no considera la posibilidad de reubicar a los trabajadores, pues los planteles de las otras dos fábricas -Camaçarí (donde se produce el Ka y el EcoSport) y la de motores de Taubaté- están completos.
El alcalde de São Bernardo, Orlando Morando, se quejó enojado de que Ford no dio ninguna advertencia y que tampoco discutió el cierre de la plata con los trabajadores. “Las 2.800 familias directamente afectadas merecen una oportunidad de reaccionar. Este es un acto de cobardía”, dijo en un comunicado.
Entre 2013 y 2018, Ford de América del Sur acumulaba pérdidas por US$ 4,5 billones.