El año 66, Ford dio la gran sorpresa al ganar las 24 Horas de Le Mans, una carrera que hasta el momento había sido indiscutidamente dominada por Ferrari. De hecho, los italianos habían concentrado el primer lugar durante seis años consecutivos hasta la emblemática victoria del GT40.

Al día de hoy, los acerrimos rivales unen fuerzas en una competencia que poco tiene que ver con el Motorsport: Ford v Ferrari (Contra lo imposible) -la película que narra la historia victoria del icónico GT40 en Le Mans- está nominada para cuatro premios Oscar. Entre las nominaciones, destaca la de 'mejor película del año'.

La película cuenta con un reparto y actuaciones muy destacables: está protagonizada por Christian Bale, quien personifica al mítico piloto Ken Miles. Por su parte, Matt Damon, le da vida al jefe del equipo Ford, Carrol Shelby. En la película, a grandes rasgos se relata la historia de como Ford se abalanzó por el título de Le Mans, después de que Enzo Ferrari rechazara de manera vehemente un intento de compra de la marca italiana por parte de los americanos.

Históricamente, las películas de automovilismo no han tenido mucho reconocimiento en los premios de la Academia. De hecho, la única película que llegó a instancias superiores fue Gran Prix, irónicamente el año 66. En esa instancia, el filme de John Frankheimer recibió nominaciones por Mejor Montaje, Sonidos y Efectos de Sonido. Ganó en las tres categorías.

Por su parte, la película de 1990, “Días de trueno”, con Tom Cruise tuvo una nominación al Mejor Sonido, pero no ganó.

Rush, de 2013 relataba la rivalidad entre Niki Lauda y James Hunt. La Academia la pasó completamente por alto, sin embargo, fue nominada como Mejor Película (drama) en los Globos de Oro y como Mejor Película Británica en los BAFTA. La película no logró ganar ningún premio trascendente, pero obtuvo un BAFTA a la Mejor Edición.

Las premiaciones de filmes son un espacio donde el automovilismo históricamente ha pasado más bien desapercibido. Ésta es la instancia para reivindicar esa situación.

"Prefiero morir en un auto de carreras que devorado por el cáncer", declaró en su minuto el temerario piloto Ken Miles. Según varios expertos, su trabajo de la mano de Ford, fue fundamental para que el gigante americano batiera a Ferrari en Le Mans. Lamentablemente, por una decisión de marketing, tuvo que privarse de ser coronado con distinciones especiales

Con un tremendo sentido de la contingencia, Netflix sumó a su catálogo un documental extendido, realizado en 2016 para la televisión americana. En el documental, es posible ver con mayor perspectiva los hechos que ocurren en un transcurso de menos de una década.

A grandes rasgos, se hace un paralelo entre la vida de los míticos Enzo Ferrari y Henry Ford. Destaca como en un pasaje del documental se relata como el mandamás de la marca italiana se vio forzado a fabricar lujosos vehículos de calle con el único propósito de obtener fondos para seguir financiando su escudería deportiva. Por su parte, se muestra como el segundo creó un imperio industrial que de un momento para otro -por motivos que la película omite- decide volcar muchísimo esfuerzo al motorsport.

Destaca el gran material de archivo, que junto a los testimonios de los protagonistas articulan un relato muy vívido.