Que los cabecillas de la Fórmula 1 han debido lidiar constantemente con la hegemonía de los grandes equipos no es nuevo. Y ejemplos no faltan: McLaren reinó desde mediados de los 80, con Alain Prost y Ayrton Senna como sus habituales en el podio; a inicios de los 90 fue Williams, otra escudería británica que se convirtió en el rival a vencer; mientras que la llegada del nuevo siglo vio el inicio de la dictadura de Ferrari -con Schumacher a la cabeza-, que solo pudo ser interrumpida por Fernando Alonso a los mandos de su Renault.
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El equipo austriaco de las bebidas energéticas intentará dar el zarpazo con sus jóvenes promesas Max Verstappen y el galo Pierre Gasly.[/caption]
En 2019, cuando Mercedes-AMG viene festejando cinco títulos en línea, la organización de la FIA presentó una serie de variaciones que van en la línea de hacer de las carreras un espectáculo más emocionante, con más adelantamientos y sobre una cancha más pareja.
La primera medida dice relación con una simplificada aerodinámica que limite los flujos de aire hacia la zona del cockpit, para intentar facilitar los ataques. Los pilotos se han quejado de un "efecto paracaídas" por tener un alerón trasero más grande, lo que quita velocidad en rectas. "Sabemos que la Fórmula 1 es un mundo de controversia. En lugar de tener personas positivas construyendo el mejor producto de automovilismo que tenemos, siempre intentan encontrar algo que no funciona", sostuvo Jean Todt, presidente de la FIA, saliendo al paso de los cuestionamientos.
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Viejo Conocido. Tras varios intentos, este año Robert Kubica firmó para hacerse de una butaca en Williams. En 2011, el polaco estuvo muy cerca de la muerte al accidentarse corriendo en rally.[/caption]
Otro de los aspectos que cambian, es que el peso mínimo de los autos salta de 734 a 743 kilos y el reglamento separa al piloto del monoplaza, para no castigar a los de mayor envergadura física. La masa del deportista, de su equipo y su asiento se fija en 80 kilos, la diferencia se compensa por un lastre que se sitúa alrededor del asiento. Así, todos pesan igual.
Guantes biométricos y cascos más resistentes son las mejoras en seguridad para la temporada 2019. A la inclusión del halo -que debutó en 2018 y salvó a Charles Leclerc de graves consecuencias en un choque con Alonso en Bélgica- ahora se suma un guante izquierdo que monitorea la oxigenación, el ritmo cardíaco y los movimientos. La idea es que los médicos dispongan de la información en línea en caso de un accidente. De esta manera, podrán prestar atención sabiendo de antemano con qué situación van a encontrarse. En 2018 su uso era voluntario.
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Una 'nueva' escudería. El antiguo equipo Sauber, que debutó en 1993, ahora cedió su nombre a Alfa Romeo. Afrontará la temporada como Kimi Raikkonen y el italiano Antonio Giovinazzi.[/caption]
El casco también se refuerza para aguantar golpes con otros vehículos o con piezas sueltas en circuito. En 2009, Felipe Massa fue impactado en la cabeza por un amortiguador de otro coche, lo que le ocasionó la inconsciencia en la parte más rápida de Hungría. ¿El resultado? El brasileño chocó a gran velocidad y debió ser operado por la conmoción cerebral producida por el golpe en la cabeza. Se pretende evitar este tipo de situaciones.
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Este año la Scudería alineará a Sebastian Vettel y al piloto monegasco Charles Leclerc.[/caption]
Por su parte, Pirelli -el proveedor oficial de neumáticos para la competencia- reducirá de siete a cinco los tipos de neumáticos para las escuderías. La gama promete una menor degradación para que los pilotos puedan ir a fondo el mayor tiempo de la carrera, sin preocuparse por mantener el compuesto.
Finalmente, el piloto que haga la vuelta rápida en carrera se llevará un punto adicional para el campeonato. Eso, siempre que acabe entre los 10 primeros.
