Seguramente recuerdas que en octubre estallaron manifestaciones en Francia provocadas por ciudadanos que se denominaron como 'chalecos amarillos'. Este grupo de personas, en principio no partidistas, protestaba en contra del alza del precio de los combustibles que entraría en vigor a inicios de este 2019. Su nombre deriva del chaleco reflectante que, como en Chile, deben utilizar los automovilistas al sufrir una emergencia en carretera.
A diferencia de la conformación social de otros movimientos anteriores en ese país europeo, el de los 'chalecos amarillos' está integrado por obreros, empleados precarios, de zonas rurales o ciudades medianas, explicaba en su minuto Jérome Sainte-Marie, director del centro de sondeos PollingVox. "Sus habitantes se sienten abandonados por los poderes públicos e ignorados por los políticos", agregaba el analista.
Tras las oleadas de violencia de 2018, más tarde los manifestantes le declararon la guerra a los radares camineros que el estado francés había desplegado por el país. ¿El resultado? 75% de estos dispositivos -que eran más de 3 mil- fueron destruidos hasta dejarlos inutilizables."Los destruyeron, dañaron y neutralizaron", dijo el ministro del Interior, Christophe Castaner. Esto hizo que aumentaran en 17% los siniestro viales en febrero, pero también hizo al estado galo perder 660 millones de euros en conceptos de dinero obtenido del pago de infracciones.
Ahora, France Info ha anunciado que se repondrán 400 radares para reemplazar los vandalizados por 'chalecos amarillos'. Estos dispositivos, ahora de nueva generación, se triplicarán al año 2020.
Estas torres que supervisan el tránsito son capaces de distinguir los vehículos pesados de los automóviles, así como de escanear hasta ocho vías en simultáneo. Se denomina Meta Fusion 2 y están instalados a cuatro metros de altura, por lo que son más difíciles de destruir.
Con estos radares el Ministerio del Interior podrá también identificar si un conductor no usa cinturón de seguridad, si habla por teléfono, va por la berma, adelanta por la derecha o realiza cualquier otro tipo de maniobras indebidas.
Algunos ya fueron instalados en regiones francesas, particularmente en Estrasburgo y Marsella. ¿Serán otra vez destruidos?