Ligada a la industria automotriz chilena hace más de tres décadas, Francisca Román es una de las mujeres históricas del sector y un ícono de la camada que abrió espacios para que profesionales nacionales tuvieran un espacio en una industria históricamente masculina.
Llegó cuando el mercado era pequeño, donde la venta de autos nuevos no sobrepasaba las 100 mil unidades, cuando no habían más de 30 marcas y el parque automotor nacional comenzaba su expansión. En estos 30 años ha visto la evolución en primera persona no sólo de cómo han avanzado los fabricantes de automóviles para entregar vehículos más seguros y eficientes al usuario, sino también en la inclusión de la mujer en diversas áreas.
¿Cuáles han sido los principales cambios que ha visto en estos años respecto de la presencia femenina en la industria?
Ha habido cambios sustantivos en la participación de mujeres en el mercado. Por ejemplo, en el sector automotor, hemos alcanzado un récord de 44% de participación femenina. Además, con una ocupación al alza en los cargos de gerentas de primera línea y de directoras, según se ha informado en el Cuarto Reporte de Indicadores de Género del Ministerio de Hacienda. Hace 30 años, cuando ANAC se comenzó a formar, parecía inalcanzable llegar a estas cifras de participación, y eso ha significado que el rol de las mujeres en nuestro sector es positivo y necesario. Aportamos una mirada diferente en el trabajo y es una industria que hoy trabaja por la inclusión en general, en distintas áreas de desarrollo.
¿Cómo ha sido la inclusión de la mujer en un rubro históricamente con mayoría masculina y cómo la visualiza en el futuro?
Creo que ha sido tremendamente positivo, porque el trabajo conjunto es súper complementario. Por ejemplo, hoy cerca del 50% de las mujeres son las que toman la decisión de compra de un automóvil nuevo para utilizarlo para diversos fines, incluso como una opción de trabajo o emprendimiento, que es cada vez más potente. Hay un empoderamiento en la toma de decisiones, sin duda. Entonces, la confluencia femenina en diversas áreas de la industria permite adaptarnos mucho mejor a la diversidad de público y realidades que existen hoy.
¿Cuál cree que es el aporte de las mujeres en la industria y el rol que tienen como ejecutivas?
Nuestro aporte es cada vez más transversal. Es la visión femenina en un mundo que es diverso. Por eso se ha notado muchísimo el cambio y rol que cumplen las ejecutivas, por ejemplo, en cargos de gerentas de marcas automotrices, o al mando de locales de concesionarios, en la toma de decisiones estratégicas a nivel regional que son significativos para el desarrollo de las marcas automotrices, y también hay presencia en la áreas de posventa, motorsport, recursos humanos, administración y finanzas, entre muchos otros.
¿Cómo cree que podría crecer la presencia femenina en cargos que no sean de MKT y Comunicaciones (que son donde domina su presencia) dentro de la industria automotriz?
Hoy día la presencia femenina es cada vez más visible y mucho más significativa en todas las áreas, no sólo en cargos ejecutivos o de marketing y comunicaciones, sino también en posventa, atención a clientes, desarrollo de productos, áreas financieras de las empresas, fiscalías y legales o de manejo de recursos humanos. Es más, en esto ha habido un desarrollo transversal en la industria. Un ejemplo que me gusta dar es el de los buses del sistema RED, donde la incorporación de mujeres en la conducción ha crecido enormemente en los últimos años, y en gran parte al mando de buses eléctricos. Y en esa misma línea, hay mujeres en la gerencia general de empresas de buses y de transporte por camiones. Eso no existía hace 30 años.
¿Cuáles han sido los mayores desafíos que ha tenido que enfrentar en su trabajo al ser mujer?
Los desafíos que he enfrentado son los de toda profesional que busca dar siempre lo mejor de uno para el beneficio del sector, la marca o el producto que estemos apoyando. En ese sentido, no creo que haya sido distinto el camino que hubiese seguido un hombre al plantearse los desafíos que como industria nos ha tocado superar en estos años.
¿Cuáles son los desafíos como Anac en el ítem de inclusión de la mujer en el rubro para los próximos años?
Hoy como sector estamos súper en línea con las cifras nacionales de inclusión de la mujer, pero tenemos claro que aún hay varios desafíos por superar. Es por eso que muchos de nuestros socios en ANAC ya cuentan con programas de equidad y de inclusión que, por cierto, estamos apoyando como Asociación. Esto lo vemos, por ejemplo, en nuestra política de movilidad sostenible para el sector automotor, concepto amplio que tiene como uno de sus pilares el de ser una movilidad socialmente responsable e inclusiva.
¿Cómo ves la industria nacional con respecto a la latinoamericana frente a la participación de mujeres?
Siento que nuestro país está mejor que otros de Latinoamérica. En este sentido, estamos transitando por este camino que es necesario a un mejor tranco, pero nos falta crecer en inclusión y llegar a los índices que muestran los países desarrollados.