Gasolina de 93, 95 o 97 octanos, ¿cuál debemos ocupar?
Expertos nos señalaron la necesidad de hacer caso a la recomendación del fabricante a la hora de escoger el tipo de gasolina con que cargamos el auto.
¿Les ha pasado que cuándo llegan a una estación de servicio a cargar gasolina, dudan sobre qué tipo de bencina cargar? En días en los que el combustible tiene un precio alto, para muchos es tentador pedir una gasolina de 93 octanos en lugar de la 97 que puede ser la recomendada por el fabricante.
Pero ¿cuánto daño le puede hacer a nuestros autos el hacer caso omiso a las recomendaciones que aparecen en el manual del usuario o en el sticker pegado al interior de la tapa del depósito?
Para empezar, lo primero es saber qué significa y cuáles son las diferencias entre las distintas gasolinas (el diésel es uno solo). Por lo mismo, conversamos con expertos para salir de dudas.
“El octanaje en las gasolinas tiene referencia a la capacidad antidetonante que tienen las gasolinas al momento de la compresión que ocurre en el interior de los cilindros de los motores de combustión interna. Un bajo octanaje puede eventualmente hacer que un motor presente detonaciones (cascabeleo) en ciertas circunstancias. Entonces surge la pregunta ¿Qué es la detonación en un motor?, y su respuesta es que la detonación o knocking aparece cuando la mezcla aire combustible se inflama bruscamente antes de que salte la chispa en la bujía, cuando el pistón no ha alcanzado aún el momento preciso, lo cual provoca unas trepidaciones o vibraciones anormales en el vehículo”, comenta Manuel Fuentes, docente de la carrera de Mecánica y Electromovilidad en INACAP.
Complementando esa descripción, Diego González Arcis, docente de la Escuela de Ingeniería Duoc UC, Maipú, precisa que los octanajes “se clasifican en escalas con una numeración que va en relación con la propiedad de la gasolina según la evaporación, cantidad de retardante (Isooctano) y acelerante (Heptano), en combinación con los aditivos finales (MTBE). La determinación del índice de octano es estipulada bajo las pruebas de ASTM (Sociedad Estadounidense para Pruebas y Materiales) que aseguran la calidad de los combustibles, bajo la modalidad RON (Research Octane Number) octanaje medido en laboratorio, MON (Motor Octane Number) octanaje probado en un motor estático y Road ON octanaje probado en carretera”.
Entonces, que sea una gasolina de 93, 95 o 97 octanos se refiere a un indicador que da cuenta del poder de antidetonación del combustible: a mayor octanaje, mayor también es esa capacidad de resistir a la presión sin detonar antes de tiempo. Así, los motores que trabajan a alta compresión -generalmente propulsores turbo de vehículos de alta gama que operan sobre los 11,5:1- necesitan combustible de 97 octanos para un correcto funcionamiento.
Respecto de los peligros en que se puede incurrir si es que cargamos el auto con una gasolina de octanaje diferente al que recomienda el fabricante, Manuel Fuentes precisa que “cuando el octanaje es superior al recomendado por el fabricante, no pasa absolutamente nada, pero en el caso inverso eventualmente se podría generar detonaciones al interior del motor. Cabe señalar también que el mezclar gasolinas de diferentes octanajes no producen daños en el vehículo, por lo cual, si se equivoca en cargar combustible con uno de menor octanaje, solo tiene que en la próxima carga usar el que recomienda el fabricante”.
Sobre los daños que pueden sufrir algunas piezas con octanajes no recomendados, el experto precisa que “la detonación provoca una combustión anormal que no mejora el rendimiento del motor y que, por su violencia, puede causar daños mecánicos graves en los pistones u otras partes de la cámara, como son las válvulas, empaquetadura u anillos del pistón”.
Esos problemas a los que se hace referencia son “principalmente daños que se pueden producir a mediano y largo plazo y depende principalmente de la frecuencia con que se producen estas detonaciones al interior del motor, cuando esto ocurre generalmente al conductor se le prende en el tablero la luz check del motor y se tiene que revisar con una herramienta de diagnóstico (Escáner) y se puede solucionar el problema utilizando un octanaje mayor al utilizado hasta ese momento.
Sobre las piezas que se dañan si optamos por una gasolina con menor octanaje al recomendado, Diego González precisa que “las piezas que pueden fallar son las de nuestro conjunto móvil compuesto por Pistón, Biela, Cigüeñal. A esto debemos agregar el espacio donde se genera el trabajo en el motor que es el cilindro, que puede tener un desgaste tipo ovalado o cónico”.
Así es que ya sabe. Cuando entre la duda por el octanaje, lo mejor siempre será hacer caso a las recomendaciones del fabricante, aunque eso claramente se sienta en el bolsillo por la carga de gasolina, aunque en el mediano y largo plazo será más conveniente no caer en la tentación.
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