El género Tarantino

Quentin Tarantino

Justo cuando se cumplen 25 años de la Palma de Oro a Pulp Fiction -hoy un ícono de la cultura pop-, Quentin Tarantino estrena Once Upon a Time in Hollywood en el Festival de Cannes, su más reciente trabajo, que llegará al país los primeros días de agosto. Se trata de la novena cinta del célebre cineasta estadounidense -de las 10 que prometió hacer antes de retirarse-, una apología al cine en general y a su propia memoria cinematográfica muy en particular. En esta edición de MT MAG., tres críticos de cine chilenos nos ayudan a identificar los códigos de su cine, ese que en su último filme reconstruye con éxito una vez más.




Tarantino Capítulo 1. A imagen y semejanza

Se dice que Quentin Tarantino (1963) nació en el cine y para el cine. Desde pequeño vivió en Los Ángeles, fue al cine, escuchó rock, leyó publicaciones pulp y vio series de televisión. En su adolescencia, y tras abandonar los estudios, fue acomodador de un cine porno. Y, luego, a los 22 años, trabajó en un videoclub, recomendando películas a los clientes.

De ahí que cuando le preguntan a qué escuela de cine fue, responde que a ninguna, que todo lo aprendió yendo al cine.

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Tarantino

Varios lo acusan de hacer un refrito de películas y escenas icónicas. Algo que de cierta forma él no niega, al declarar que roba de cada película lo que le ha gustado.

El mítico baile de Uma Thurman y John Travolta en Pulp Fiction está inspirado en una secuencia de la película francesa Bande á part (la película de Godard en cuyo honor bautizó a su productora), y en otra secuencia de la cinta Ocho y Medio, el clásico surrealista-autobiográfico de Federico Fellini.

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Tarantino

Es innegable que en los filmes de Tarantino hay muchas referencias al cine clásico, las cuales moldea a su estilo para concebir algo completamente original.

El mismo Quentin Tarantino dice que si no fuera director sería crítico de cine, puesto que es para lo único que también estaría calificado.

Tarantino Capítulo 2. El cuentacuentos

Si hay alguien que sabe contar historias, ese es Quentin Tarantino. Es un gran director, pero sobre todo un gran guionista, con textos que se reconocen entre los mejores de la historia del cine.

Sus guiones son complejos, ingeniosos, sádicos, con un sentido del humor negro… Tan memorable como muchos otros de sus textos es cuando Bill, el villano de Kill Bill, le dice a Beatrix Kiddo: "¿No es una imagen perfecta de la vida y de la muerte? Un pez que tiembla en la alfombra y un pez que no tiembla en la alfombra. Es tan fuerte que una niña que no sabía lo que era la muerte lo comprendió."

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Tarantino

Uno de sus directores de referencia, Jean-Luc Godard, cree que una historia debe tener un principio, un medio y un fin, pero no necesariamente en ese orden. Filosofía con la que Tarantino comulga y adopta en muchas de sus películas, como Reservoir Dogs, cuya estructura de tres actos voltea al contar la historia sin orden y en retrospectiva.

"El cine de Tarantino está marcado por jugar con las convenciones del relato cinematográfico, por contar varias historias en tiempos paralelos, por ejemplo. No es que él haya inventado esta forma de hacer cine, pero sí quien acercó este tipo de relato a la gente, quien lo popularizó", afirma Angela Díaz, crítica de cine de Cooperativa, más conocida como @negracesante.

Tarantino Capítulo 3. Uno, dos, ultraviolento

Tarantino dice que "la cámara se inventó para la acción y la violencia" (…), que "la violencia es una de las cosas más divertidas de ver". Y vaya que así lo piensa, pues sus películas están marcadas por baños de sangre. Eso sí, no se trata de cualquier tipo de violencia, es una violencia muy bien trabajada, que emerge de personajes bien delineados, algunos más complejos que otros, quienes por circunstancias particulares terminan exorcizando sus demonios a través de una pistola o un sable.

Sello cuyo apogeo se vio en Django Unchained, ambientada en 1858 -dos años antes de la Guerra Civil- en plantaciones de algodón y con una población esclavizada. Aquí las balas y vísceras son prácticamente pan de cada escena, sobre todo del abrupto final.

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Tarantino

"La violencia de Tarantino es súper fake, se caracteriza por estirar el chicle más allá de los cánones, volviéndose inverosímil", afirma Ernesto Garratt, escritor, periodista y crítico de cine. Agrega que está principalmente influenciada por el subgénero spaguetti western, pero también bebe de gángsters, jakuzas y samuráis.

Kill Bill es un claro ejemplo de la influencia del cine oriental en sus filmes. Quentin declara que cuando le dicen que esta cinta es una película violenta, no lo niega, más bien lo reafirma, señalando que es una película marca Tarantino.

Tarantino Capítulo 4. El melómano

Quentin Tarantino es tan bueno eligiendo el soundtrack de sus películas como lo es escribiéndolas y dirigiéndolas. La genial musicalización de sus largometrajes le ha valido aplausos durante toda su carrera.

Según el aclamado cineasta estadounidense, "cada escena nace en su cabeza con la música ya asociada". Y no se limita, pues juega con canciones de distintos géneros, las cuales acopla muy bien a la trama, creando momentos irrepetibles en el cine. Qué mejor ejemplo que Pulp Fiction y su banda sonora, hoy parte de la cultura pop.

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Tarantino

"Muchos dicen que Tarantino, además, es un buen Dj, que sabe mezclar bien, que tiene muy buen oído para pegar música con imágenes. Incluso, que se apropia de las canciones, lo que le da una identidad sonora", afirma Diego Muñoz, guionista de Pacto de Sangre y también conocido como "Hermes el Sabio".

En Kill Bill, Tarantino deja claro, por otro lado, que es un fan incondicional de Ennio Morricone, lo que reafirma luego en Inglourious Basterds y en Django Unchained, utilizando en ambas ocho piezas del genio italiano.

Para The Hateful Eight, la octava película de Tarantino, el cineasta logra convencer a Morricone de que componga la banda sonora, con la cual el nonagenario músico fue reconocido con un Oscar.

Tarantino Capítulo final. La crème de la crème

Quentin Tarantino es un experto escribiendo personajes grandiosos, pero también lo es a la hora de escoger a los actores correctos, que sean capaces de entender su visión y ejecutarla de manera brillante. Su filmografía está llena de ellos.

Cuando reclutó para Pulp Fiction a John Travolta, la carrera del actor venía cuesta abajo. Sin embargo, el papel de Vicent Vega lo trajo de vuelta a los sets de grabación y también a las pistas de baile, en una escena que quedó inmortalizada en el cine.

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Tarantino

"A Tarantino le encantan los villanos, muchas veces le importan más que los héroes", comenta Díaz.

Probablemente, el coronel Hans Landa es su antagonista más excepcional. Tarantino se rehusaba a hacer Inglourious Basterds si no encontraba al actor preciso que diera vida a este personaje. Hasta que dio con Christoph Waltz, un alemán políglota, con tanto talento como ingenio, que dio todo de sí para realizar la metamorfosis más exitosa de su carrera actoral, que le valió incluso un Oscar como mejor actor de reparto. Galardón que volvió a conseguir luego con su interpretación como Dr. King Schultz en Django Unchained.

Ahora, en Once Upon A Time in Hollywood, vuelve a reclutar a Brad Pitt (Inglourious Basterds) y Leonardo DiCaprio (Django Unchained), en lo que promete ser una dupla explosiva.

Columna: Ernesto Garratt

(@ernestogarratt), escritor, periodista y crítico de cine chileno. Su primera novela, "Allegados", ganó el Premio Marta Brunet como mejor novela joven.

Pude ver Once Upon A Time in Hollywood en Cannes y su director, Quentin Tarantino, me explicó en rueda de prensa cómo fue trabajar con la chilena Lorenza Izzo.

Más allá del chilecentrismo, lo que recojo es lo que resume: el cine fue, es y será el tema principal de su cine. Lorenza Izzo interpreta a una actriz italiana y su rol es secundario, aunque a tono con todo lo que propone la cinta: ser un espejo del Hollywood que no existe.

Los protagonistas son un mal actor de TV (DiCaprio) junto a su doble de acción (Brad Pitt), y ellos son la punta de lanza de un coro de personajes que son, casi todos, actores, actrices o sus dobles, literales dobles de acción.

Once Upon A Time in Hollywood se trata de cine dentro del cine, de actrices, actores y sus dobles y la idea de lo doble transita vigorosamente por esta carta de amor hacia Hollywood.

Es una muestra de cómo un director, en su novena película, sigue enamorado del cine cutre, las series de TV desechables, el dato trivial y la vida detrás de las cámaras y les da visibilidad a los que son olvidados en la pantalla, los dobles de riesgo que hacen lo que nadie más se atreve, para que la magia del cine funcione.

Ver Once Upon A Time in Hollywood es una experiencia única, porque es un road trip por el mito y la leyenda de Hollywood, atropellando de vez en cuando el fracaso y la tragedia que subterráneamente cruzan por la Meca del cine. Una vez más, Tarantino lo hizo.

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