Nadie podría decir que esta noticia no era previsible. Pero resulta que cuando se habla de millonarias cifras de inversión, el hecho no deja de ser llamativo. General Motors ha comunicado hace apenas unas horas que destinará nada menos que US$ 2.2 millones para transformar su planta de Detroit-Hamtramck en una factoría dedicada exclusivamente a la producción de “una gran variedad de camionetas y SUVs eléctricos”. El grupo automotriz más grande de Estados Unidos adelantó que el primer vehículo fruto de esta nueva era comenzará a producirse a fines de 2021.

Con esta movida, Detroit-Hamtramck será la primera planta del grupo norteamericano que estará totalmente enfocada en la producción de autos de cero emisiones. Según detalla en su comunicado GM, el complejo pasará a dar trabajo a 2.200 empleados, lo que supone más que duplicar la planilla que hoy llega solo a 900 puestos (allí se producen el Cadillac CT6 y el Chevrolet Impala). Desde su apertura en 1985, la planta ha construido más de 4 millones de vehículos.

¿Una inversión con el Hummer a la vista?

Como te adelantamos hace solo unos días, el rumor de que el Hummer volverá en forma de pick-up eléctrica corre muy fuerte y ha sido propagado ampliamente en medios norteamericanos. El recordado todoterrenos derivado del mundo militar sería la respuesta más apropiada de GM ante la irrupción de la camioneta Cybertruck de Tesla, y ahora parece que su regreso está casi sellado. Al menos se habla de una camioneta, pero no se dice de qué producto se trata propiamente tal.

Según el propio escrito del conglomerado, "la primera pick-up eléctrica de GM entrará a producción a fines de 2021. Esto será poco después de que el Cruise Origin, un vehículo eléctrico, autónomo y de uso compartido presentado en San Francisco la semana pasada, sea el primero en salir de la cadena de producción".

Por otra parte, se informó que las baterías de los nuevos autos eléctricos de GM serán fabricadas por el joint venture del propio grupo en alianza con LG Chem en la planta de Lordstown, Ohio. Por último, Mark Reuss, presidente de General Motors, sostuvo que la enorme inversión en Detroit solo ha sido posible gracias al compromiso del estado de Michigan. “Esta inversión ayuda y asegura que Michigan continúe siendo el epicentro de la industria automotriz global, así como nosotros continuamos nuestro camino a un futuro electrificado”.