La temporada 2018 de la Fórmula 1 cerrará este fin de semana con una gran fiesta de despedida. Y es que el Gran Premio de Abu Dhabi será la última carrera que Fernando Alonso disputará en la categoría reina, por lo que todo el mundo del Gran Circo querrá homenajearlo.
"Ciertamente, será una carrera muy emotiva para mí, ya que será el final de 17 largos y felices años en la Fórmula 1", aseguró el español, doble campeón del mundo. Con el hashtag #GraciasFernando se recopilarán los mensajes de los aficionados que quieran mostrar su cariño al piloto asturiano, en tanto que su escudería, McLaren, lanzó una edición especial del gorro y camiseta del equipo para rendirle honores en su última carrera.
Así, Alonso concluirá 17 temporadas de intensa competencia, que partieron en 2001 con su debut en el GP de Australia por el equipo Minardi, jornada en que se convirtió en el tercer piloto más joven en correr en la F1. Entonces, solo tenía 19 años y 218 días. Terminó 12°.
Después de un año como piloto probador de Renault -con el fin de adquirir experiencia en el apartado técnico-, el deportista volvió a la titularidad, alcanzando su primer triunfo en el GP de Hungría de 2003. Así, se título como el primer español en ganar una carrera de Fórmula 1.
Aquel año fue el de su explosión como piloto, terminó la temporada con dos poles, cuatro podios y la mencionada victoria, además de 55 puntos que le valieron el sexto puesto en la general y vencer a su compañero Jarno Trulli con 22 puntos de margen.
Fueron las temporadas de 2005 y 2006, eso sí, las que marcaron para siempre su carrera en el automovilismo, pues fue entonces cuando ganó dos títulos mundiales consecutivos. A pesar de que los Renault R25 y R26 no eran los mejores autos de la parrilla en ese momento, Alonso logró superar sobre la pista a Kimi Räikkönen y a su McLaren, así como también al todopoderoso Michael Schumacher con Ferrari.
Ya convertido en el rey de la Fórmula 1, Alonso buscaba seguir creciendo al fichar por McLaren en 2007, pero no le fue nada bien con los de Woking. La lucha interna con su entrenador Ron Dennis y el debutante Lewis Hamilton terminó de la peor manera posible: con Kimi Räikkönen campeón en su estreno con Ferrari y Fernando Alonso fuera del equipo a final de temporada.
Entonces el español regresó a una alicaída Renault, mientras esperaba por su sueño: correr como piloto de Ferrari, lo que finalmente sucedió en 2010, justo cuando el fabricante del Cavallino Rampante se encontró con un rival de temer: Red Bull. En total, fueron cuatro las temporadas de supremacía de la escudería de las bebidas energéticas, con Sebastian Vettel al volante de uno de los mejores monoplazas de la historia de la competencia.
De sus años con Ferrari, 2012 fue el mejor, pues sus habilidades como piloto, pero también como estratega, le permitieron poner entre las cuerdas al alemán. Así logró su tercer subcampeonato.
Al no ver posibilidad de una mejora deportiva inminente, Alonso apostó por McLaren-Honda en 2015. Un proyecto que resultó ser un calvario, con tres quintos puestos como mejores resultados, y que tras la ruptura entre ambas marcas y la nueva asociación con Renault tampoco ha servido para devolver a McLaren y, por extensión, a Fernando Alonso, a los podios y victorias que ambos merecen por prestigio.
De ahí que el asturiano decidiera tomar nuevos rumbos, buscando una nueva forma de inscribir para siempre su nombre entre los más grandes del automovilismo. Y tras ganar el Gran Premio de Mónaco en 2006 y 2007 y las 24 Horas de Le Mans en 2018, ahora participará en la próxima temporada de la resurgente serie IndyCar, pretendiendo ganar las 500 Millas de Indianápolis y así inscribirse como el segundo piloto de la historia en conseguir la ansiada Triple Corona.
El propio Alonso no cierra la puerta por completo a un posible retorno a la F1, por lo que será cuestión de tiempo ver si se podrá disfrutar una vez más de su talento en la categoría reina.