Kim Jong-un, líder de Corea del Norte, es un amante de los autos de lujo, en especial de los Mercedes-Benz. Así se pudo comprobar en su reciente viaje diplomático a Rusia, donde se reunió con Vladímir Putin en la región de Vladivostok.
El dictador norcoreano viajó desde Pyongyang en un tren blindado, con un Maybach 62S guardado en uno de sus vagones como un elemento más de su equipaje. Gracias a una abertura lateral en el susodicho vagón y una rampa de carga, el suntuoso vehículo pudo salir de su curioso escondite para la reunión, y volver a él una vez terminó la visita.
De acuerdo con el breve video viralizado en Twitter, varios miembros de la comitiva de Jong-un colaboraron para que el Maybach 62S pudiera volver a entrar al tren. Sin duda, un gran desafío considerando el estrecho espacio para llevar a cabo la operación, así como las dimensiones del sedán (6,17 metros de largo y 1,98 m de ancho).
Todo ello con la presión de hacerlo sin ningún rasguño, ya que confesarle a Jon-un que le has rayado el auto podría ser de alto riesgo.
Pese al férreo bloqueo económico sobre Corea del Norte, que prácticamente vuelve imposible la importación de bienes de lujo, Jong-un se las apaña para disfrutar de máquinas como el Maybach 62S. Se cree que serían introducidos de contrabando.
El fabricante alemán Daimler, que fabrica el Maybach, ha dicho que no tenía idea de cómo el vehículo y otros automóviles de la marca de la estrella fueron llevados hasta allá y que no tenía tratos formales con Pyongyang. Posteriormente se ha demostrado que lo hace a través de un complejo entramado de transbordos en puertos “amigos”, envíos por barcos no declarados y compañías mercantiles de dudosa legalidad.