Bentley está diciéndole good bye al motor V8 más longevo en la historia de la automoción. Se trata del bloque 6¾ litre (o 6.75 litros) que completó 61 años en las cadenas de ensamblaje de Crewe, en Inglaterra. La última unidad -que irá adosado al chasis de un Mulsanne 6.75 by Mulliner- fue timbrada este martes por un grupo de siete ingenieros que, en conjunto, suman 105 años de expertise.
Según detalla Bentley en un comunicado de prensa, el motor fue desarrollado por primera vez en 1959 y se montó en un Bentley S2. La idea era reemplazar al antiguo de seis cilindros, haciéndolo el doble de capaz. Entre el nacimiento de la idea y el motor en sí -que tuvo 6.2 litros de cilindrada-, pasaron 18 meses. “Nuestro venerable V8 ha impulsado los buques insignias de Bentley por más de seis décadas y ahora se va al retiro. Estoy muy orgulloso de las varias generaciones de ingenieros que han ensamblado a mano meticulosamente cada pieza de los motores a lo largo del tiempo. Que haya permanecido por tantos años, es el testimonio de la astucia ingenieril que hizo de este corazón uno cada vez más poderoso, refinado y fiable. Ahora miramos al futuro de Bentley con el excepcional motor W12, el deportivo 4.0 litros V8 y el eficiente V6 híbrido, nuestro punto de inicio hacia la electrificación”, señaló Peter Bosch, miembro del comité de manufactura de la marca inglesa.
El motor que llevó el S2 de fines del 50 desarrollaba ‘solo’ 180 caballos. Más tarde evolucionó con las inclusiones de turbo -primero uno y luego dos-, ayudas electrónicas, inyección y válvulas variables. Así, creció hasta los 530 Hp y a un brutal torque de 1.100 Nm, algo difícil de hallar en un camión e incluso una camioneta diésel de la línea Super Duty de Ford. Asimismo, las emisiones se redujeron hasta en un 99%, comparadas con las que producían los viejos motores Bentley.
Los últimos ‘Great Eight’ de Crewe tardaron un promedio de 15 horas en producirse. Con cada actualización que se implementó al bloque V8 Bentley, se lo testeó por 500 horas a plena capacidad. Solo así recibía el visto bueno para salir a producción. El tamaño del 6¾ litre debutó en 1971, aunque el cambio mayor vino en 1982 con la adición del primer turbo. Este fue confeccionado para el Bentley Mulsanne Turbo.