Que al público estadounidense le gustan las camionetas de gran envergadura y cilindrada, no es novedad. Allí el mercado se lo disputan las integrantes de la serie F de Ford, con la F-150 a la cabeza; General Motors, con la GMC Sierra y la Chevrolet Silverado; RAM, con las 1500, 2500 y 3500; Nissan se cuela en la disputa con la Titán; Toyota, con la Tundra e incluso Honda con su conocida Ridgeline. Ahora todas ellas parecerán camionetas de media tonelada al lado de la Goliath 6×6, la última “locura” del preparador Hennessey.
La empresa de tuning con sede en Sealy, Texas y fundada en 1991, sometió a una cirugía mayor a la Chevy Silverado Trail Boss, partiendo por un tercer eje de tracción. La pick up suma un nuevo sistema de suspensión trasero, una espacio para carga notoriamente más largo, llantas Hennessey de 20 pulgadas, luces LED y parachoques delantero y trasero personalizados.
La Hennessey Goliath 6×6 monta un bloque V8 bencinero de 6.2 litros emparejado a un supercargador de 2.900 cc. El conjunto genera 705 caballos de potencia y 915 Nm de torque, que entrega su ronroneo más sonoro y claro gracias a los ajustes en el sistema de escapes. La todoterrenos puede ir del 0 a 100 km/h en solo cuatro segundos.
Hennessey Performance fijó el precio de la camioneta en 375 mil dólares (250 millones de pesos), en el que ya está incluido el precio de la pick up “de serie”. Se fabricarán 24 unidades, las que podrán ser también exportadas. Para aquellos que aún no se conforman, en el comunicado emitido por la compañía se explica que se ofrecerá otro upgrade para que la Goliath 6×6 desarrolle 808 caballos, lleve frenos Brembo y un interior aún más exclusivo. Por lo visto, en la disputa de las camionetas americanas la última palabra aún no está dicha.