¿Te imaginas un día de verano, con más de 30ºC, viajando por la Ruta 5 sin utilizar el aire acondicionado? Podría sonar hoy a una cruel pesadilla, pero hace 20 años era una realidad para muchos chilenos que no accedían a los modelo full y entonces estaban obligadas a utilizar la técnica más antigua que se conozca en un automóvil: bajar las ventanillas. Actualmente resulta casi imposible encontrar un vehículo de pasajeros sin aire acondicionado, pero, ¿sabes hace cuánto se creó esta innovadora tecnología y qué modelo fue el precursor?
Lo primero que hay que decir es que el aire acondicionado no solo se relaciona con el confort a bordo, sino también es un elemento ligado indirectamente con la seguridad. ¿Por qué? Simplemente porque las capacidades del ser humano están expuestas a muchos factores, y uno de ellos es precisamente la temperatura. La Dirección General de Tráfico de España, señala que “las altas temperaturas merman las capacidades al volante y esto provoca que nuestra conducción no sea segura”. El organismo gubernamental detalla que el rango ideal dentro de un habitáculo está entre los 21º y 24º, y que superar progresivamente aquel umbral no solo repercute en un cansancio más acelerado del conductor, sino que puede llevarlo a reaccionar tan lento como si estuviera bajo los efectos del alcohol.
Invento estadounidense de los años 40
El primer automóvil de calle en implementar el aire acondicionado fue el Custom Super Eight, de la extinta marca norteamericana de lujo Packard. El Custom Super Eight, que debutó en 1940, fue un auto de lujo impulsado por un motor 5.8 litros de la también desaparecida configuración ocho cilindros en línea.
El aire acondicionado del colosal Custom Super Eight estaba suministrado por Henney Motor Company, una empresa -también desaparecida- que dos años antes había incursionado con sistemas de refrigeración de cabina para ambulancias. Tal era el lujo de este insigne modelo de Packard que no solo fue el primer auto de calle con aire acondicionado, sino que también fue el primero en contar con alzavidrios eléctricos.
Ante el golpe de su rival directo, Cadillac se plegó rápidamente a la tendencia. Asimismo, también fue la primera en poner en el mercado un modelo que equipara de base (en todas las versiones) el aire acondicionado: se trató del Cadillac Eldorado Brougham, de 1957. Para 1969 más de la mitad de los automóviles que se vendía en Estados Unidos equipaba aire acondicionado.
En la década del 50 la sociedad entre los gigantes General Motors y Frigidaire permitió que esta última suministrara de equipos de aire acondicionado a todos los modelos de autos y camionetas de Cadillac y Chevrolet.