Hyundai presentó su pequeño auto a baterías mini-EV que cumple la importante función de ayudar a niños pacientes oncológicos del Hospital Infantil Sant Joan de Déu de Barcelona, como parte del proyecto ‘Little Big e-Motion’. El miniauto -que se trata de un modelo a escala del futuro Hyundai 45- utiliza la tecnología Emotion Adaptive Vehicle Control (EAVC), basada en inteligencia artificial que optimiza patrones del vehículo según la información que recoge de su mismo ‘conductor’.

La tecnología EAVC monitorea las expresiones faciales y la frecuencia cardíaca y respiratoria y combina estas lecturas con la información del vehículo, incluida la velocidad, la aceleración, el ruido y la vibración. A continuación, la tecnología procesa los datos utilizando el aprendizaje automático para controlar de manera activa los sistemas como la pantalla, la iluminación, el climatizador, la música y el dispensador de aromas.

La innovación EVAC es la base del proyecto ‘Little Big e-Motion’ de Hyundai. El autito se utilizará para apoyar el tratamiento de los pacientes menores en los hospitales. Hyundai ha donado este vehículo eléctrico, único en su especie, al Hospital Infantil Sant Joan de Déu de Barcelona, donde se utilizará para apoyar la movilidad de los pacientes menores desde la cama hasta la sala de tratamiento, que está considerado como uno de los viajes más estresantes para los niños que luchan contra el cáncer.

“Queremos que nuestra tecnología ayude a mejorar la vida de nuestros clientes en diferentes espacios de movilidad más allá de las carreteras”, ha explicado en un comunicado Jinmo Lee, ingeniero de investigación de Hyundai Motor y director del proyecto. “Esperamos que la tecnología EAVC del mini-coche proporcione una experiencia de movilidad divertida y segura para los pacientes menores y ayude a mejorar su estado de salud”.

El video publicado por Hyundai hace un seguimiento de un día de tratamiento de una pequeña paciente en el Hospital Infantil Sant Joan de Déu. Al principio se la ve inquieta por la terapia, pero su nuevo amigo, el mini EV, pronto hace su magia para darle valor y hacerla sentir más preparada emocionalmente para afrontar ese momento.

Todo bajo supervisión

El sistema de reconocimiento de emociones faciales utiliza una cámara instalada delante del asiento para identificar las emociones de la pequeña en tiempo real. El cinturón de ejercicios de respiración se envuelve alrededor del cuerpo y sus bolsas de aire aplican una suave presión que ayuda a reducir la ansiedad y favorece una respiración más estable, mientras que el acelerómetro, el sensor de monitorización del ritmo cardíaco, mide las frecuencias cardíaca y respiratoria.

La iluminación adaptada a las emociones se ilumina en verde, amarillo o rojo para mostrar el estado emocional de la niña en colores. El dispensador de aroma adaptado a las emociones rocía una fragancia sincronizada con la respiración para ayudar a poner una sonrisa en los rostros de los pequeños pacientes. El vehículo también hace burbujas para celebrar el progreso del menor en su camino hacia la terapia.

Además de brindar apoyo emocional a los pacientes, la tecnología EAVC también asiste en el trabajo del personal médico del hospital informándoles sobre el estado emocional de los pacientes sin necesidad de una interacción directa con la persona, lo cual es especialmente útil en la era del Covid-19.

“El hospital está muy emocionado de tener una tecnología de este tipo disponible para los niños”, ha comentado Joan Sánchez de Toledo, jefe del departamento de Cardiología Pediátrica del Hospital Infantil SJD. “Cambiará drásticamente la forma en la que los pacientes afrontarán las terapias”.

Hyundai Motor planea continuar apoyando el tratamiento de pacientes menores en el Hospital Infantil Sant Joan de Déu a través del proyecto ‘Little Big e-Motion’, al mismo tiempo que aprovechará esta experiencia para ajustar aún más su tecnología EAVC. La compañía espera expandir en el futuro el uso de esta tecnología de nueva generación en dispositivos de movilidad para mejorar la seguridad y el bienestar de los conductores.

A inicios de este año, la japonesa Lexus también había fabricado en EE.UU. un auto a baterías para una pequeña con parálisis cerebral (ver nota).