Los influencers han ganado notoriedad en los últimos años. Son los personajes a los que se les sigue. Independiente de la calidad del contenido, mientras sumen likes y Me Gusta es todo lo que necesitan para dormir tranquilos.
Para ir tras esa deseada aceptación que significan los corazones, miles de personas se han volcado a las redes sociales para generar contenido y así sentirse valorados, independiente de que se tomen riesgos o que incluso se ponga en peligro a otras personas que podrían cruzarse en el camino.
En el rubro automotriz los casos de influencers se multiplican día a día. Y se suele ver a diario distintas pruebas, algunas tan insólitas que terminan cayendo de un edificio, tal como ocurrió hace unas semanas con un youtuber ruso, que intentó cruzar volando de un edificio a otro al mando de un Lada Niva. Como era de esperar, eso salió pésimo y por suerte su caída de 20 metros no tuvo daños importantes en la persona.
Otro tipo de contenidos, menos extremos, es el que generan personas que les gustan los autos y que se muestran a altas velocidades. En Chile tenemos reiterados casos de conductores que se graban a altísimas velocidades.
En el mundo no es distinto. Uno de los últimos en subir material de este tipo es John Hilton, un estadounidense que en su cuenta @sf911rs se define como Daily Driven.
Por el nombre de la cuenta ya sabemos que es un fanático de Porsche (como millones en el mundo) y que suele subir videos al mando de un Porsche 911 Turbo S o un GT3 RS.
Sus videos tienen buena aceptación, pero en los últimos días un material en el que aparece su hijo le generó cierta controversia.
Como se ve en las imágenes, el paseo del padre con su hijo será a borde del Turbo S Cabrio. Con el techo de lona guardado, se aprecia al pequeño muy bien instalado con su sistema de retención infantil en el asiento trasero.
La gracia del video es mostrar la emoción del pequeño en una aceleración repentina, que en este caso es brutal, puesto que el Porsche 911 Turbo S que pasó por un proceso de potenciación y quedó con más de 900 caballos de fuerza es capaz de hacer el paso de 0 a 100 km/h en menos de tres segundos gracias al sistema Launch Control.
En ese instante, en lo que parece ser una carretera sin otros vehículos, se aprecia el rostro que va desde la preocupación inicial a una descarga de adrenalina que termina con un grito conjunto entre ambos.
El tema es que en los comentarios surgieron voces que criticaron el accionar, señalándole los peligros que tiene el ir con un niño a esa velocidad y sin el techo.
Si bien la mayoría aplaudió al hombre, le decían que era el mejor papá y sólo indicaban que sería bueno darle unos lentes de sol para que también se protegiera del viento, hubo otras voces más desafiantes.
“¡¡¡No puedo hacerle eso a mi hijo por su seguridad!!! ¡¡¡Paul Walker murió en un Porsche con un conductor profesional!!! ¡Piensa en eso cuando decidiste dar un paseo alegre!” comentó @burt.kar1
“¿Eres un idiota? Hazlo cuando no tengas un niño pequeño en el auto...”, escribió @zorro_the_labradoodle.
Las críticas se sucedieron y obviamente no se llegó a consenso. Lo que sí está claro es que el pequeño con su rostro a fondo causó sensación en el planeta de las redes sociales.
Días después, en la mAisma cuenta se pudo ver al pequeño en otro modelo, en un Porsche 911 GT3 RS. Nuevamente muy bien sujeto a su silla y con un arnés, el niño vuelve a transformar su rostro desde el vértigo a la emoción.
¿Y tú? ¿Pisarías a fondo un descapotable de 900 caballos de fuerza con tu hijo en el asiento trasero?