A la espera de que se elaboren políticas públicas que enfaticen la necesidad de aumentar la seguridad vial, diversas organizaciones civiles trabajan con el objetivo de dar a conocer la tragedia que se vive en las calles nacionales, con índices que dejan a nuestro país entre los últimos en comparación a lo que ocurre en Europa, Estados Unidos, Caadá, Australia, Japón, Corea e Israel.
El reciente informe elaborado por Axel Rimbaud para el Movimiento contra el Exceso de Velocidad Letal (MEL) “se basa principalmente en los datos depurados por CONASET, entre los años 2010 a 2019”, según consigna el texto.
Estos datos son entregados por Conaset, luego de que Carabineros de Chile los facilite a través de su anuario (en marzo) donde se validan los datos de siniestros viales del año anterior. Cabe señalar que Carabineros es la entidad que se encarga de registrar los siniestros de tránsito en el Registro de Accidentes en el Tránsito y Ferroviarios”
Con esta información, MEL elaboró este informe, que indica debió realizar un ajuste para poder estandarizar la información con el resto de los países, puesto que en Chile los datos de Carabineros registran a los fallecidos dentro de las primeras 24 horas de ocurrido el siniestro (48 horas desde el 2019 según Carabineros de Chile), pero en otras latitudes se registran los fallecidos dentro de los primeros 30 días después del siniestro por lo que para equiparar al estándar internacional se debió multiplicar la cifra chilena por un factor 1,3.
Entre los datos que mayormente llaman la atención, se encuentran el alza constante en el número de fallecidos.
Según el profesor Luis Rizzi, de la Universidad Católica, quien declaró el 31 de julio de 2018 en la Comisión de Obras Públicas, Transportes y Telecomunicaciones de la Cámara de Diputadas y Diputados, “el número de víctimas fatales muestra una tendencia oscilante en el tiempo, pero estable. Las bajas pronunciadas de víctimas coinciden con los años de recesión económica. Este pareciera ser el principal factor que impulsa el ciclo descendente de las fatalidades, poniendo de manifiesto la incapacidad de las políticas públicas en la materia por más de cuarenta años”.
En cuanto a lo que ha ocurrido en la última década, el informe de MEL es categórico, estableciendo la diferencia entre personas fallecidas y heridas (según gravedad), tal como lo muestra el siguiente gráfico.
De todas maneras, el texto señala que “se suele recordar que durante el periodo estudiado la población y la tasa de motorización (vehículos motorizados) han aumentado de manera significativa en Chile y podría ser interesante revisar la tasa por habitantes, por vehículos motorizados, por viajes o distancia recorrida, pero no debemos olvidar que detrás de estas cifras existen personas y el objetivo principal es evitar más pérdidas de vidas humanas.
Las cifras más importantes son los números totales de fallecidos y de heridos graves. Si miramos estas cifras, vemos que, al contrario de Chile, varios países han reducido de manera muy significativa el número de fallecidos en el tránsito. En la siguiente figura se puede ver los casos de España (otro país iberoamericano) y de Polonia (país con una economía similar a Chile) que han reducido de manera constante la cantidad de fallecidos en sus calles y carreteras”
Ahora, si se compara país país, los índices de Chile son más preocupantes. Según el estudio, tomado con datos disponibles en el IRTAD (International Road Traffic and Accident Database), en el listado evaluado que se muestra a continuación, Chile es el que menos ha reducido el número de fallecidos en siniestros de tránsito entre 1990 y 2018. “La mayoría de los países de este grupo tienen una reducción de más del 50%, cuando durante el mismo periodo en Chile la reducción fue solamente del 5,2%”, dice el escrito.
En el informe, puede extrañar la ausencia de Holanda, pero según explicó el investigador, los países bajos no estaban en el informe del IRTAD en 2018, pero hasta entre 1990 y 2017 lucen un descenso del 61,1%%.
Como se ve en el estudio, que puede consultarse en forma íntegra en el siguiente link (https://www.contraexceso.org/siniestros-transito-chile-2010-2019), los números son trágicos y se hace cada día más urgente la necesidad de aumentar la seguridad vial, tanto con una mayor fiscalización (que se espera lograr con el proyecto Cati), como con más educación desde temprana edad para ver si, en algunos años, los índices muestran el descenso que todos esperamos y se disminuyen las pérdidas de personas.