Intentan estafar a directivo de Ferrari usando la voz de su jefe. Se salvó haciendo una pregunta personal

Con la llegada de la Inteligencia Artificial, las estafas telefónicas son cada vez más sofisticadas y difíciles de identificar como tales. Para muestra, el caso de un alto ejecutivo de Ferrari, al cual intentaron estafar usando la voz de su jefe. Ocurrió así.

Según detalla Autonews Europe, todo comenzó cuando un ejecutivo de Ferrari comenzó a recibir demasiados mensajes con tono urgente del CEO de la compañía, Benedetto Vigna: “Oye, ¿te enteraste de la gran adquisición que estamos planeando? Podría necesitar tu ayuda”, era uno de ellos. Otro aludía a un sentido de urgencia en referencia a un supuesto acuerdo de confidencialidad que el ejecutivo tendría que firmar “lo antes posible”.

El WhatsApp no venía de su número de teléfono habitual y la imagen de perfil tampoco era la misma, aunque mostraba a Benedetto de brazos cruzados delante del emblema del Cavallino Rampante.

“El regulador del mercado italiano y la Bolsa de Milán ya han sido informados. Mantente preparado y, por favor, sé extremadamente discreto”, detallaba otro mensaje de Whatsapp.

Tras ello, el ejecutivo comenzó a sospechar, derechamente, cuando recibió una llamada desde otro móvil y con una voz casi idéntica a la del CEO de Ferrari. Mismo tono de voz e incluso su acento sureño. De hecho, era la voz de Vigna, pero generada con inteligencia artificial para suplantar su identidad.

El falso Vigna le pidió al directivo que ejecutara una transacción con una cobertura de divisas. Esto es, una operación a futuro en la que el tipo de cambio de la moneda se mantiene fijo, independientemente de las fluctuaciones que esa divisa haya podido tener hasta el día en el que se ejecuta finalmente la operación.

Esta petición extraña y una entonación un tanto mecánica levantaron sospechas e hicieron que el directivo empezara a dudar de si estaba hablando con su jefe o con un estafador. Fue entonces, que le pidió que se identificara y le hizo una pregunta de seguridad que tan sólo Vigna podía saber: le pidió que le dijera el nombre del libro que le había recomendado unos días antes. El estafador esquivó la pregunta y acabó colgando.

Tras el incidente, Ferrari abrió una investigación interna.