Es uno de los modelos más exitosos de Jeep. Un vehículo con historia, que llegó a Chile a finales del año pasado y que ofrece una serie de modificaciones respecto de la edición saliente, pese a que no se trata de una nueva generación.
Es el flamante Jeep Compass, un SUV mediando que tiene una serie de modificaciones muchos más que los ofrecidos por otras marcas cuando hacen actualizaciones de media vida.
Construido sobre la misma plataforma de los Renegade, Commander y la RAM 1000, los principales cambios en el exterior están en la parte delantera, con una parrilla renovada, con las clásicas barras de la marca con bordes cromados, con ajustes en la zona baja del frontal, donde destacan las nuevas mallas de las tomas de aire, además de tecnología Led en los grupos ópticos.
En esta zona, la marca precisó que se mejoró el ángulo de ataque, lo que en el papel permite un manejo más simple en condiciones más complejas, sin embargo, la esencia de este modelo es urbana, de hecho, algo que nos sorprendió fue que solo se comercialice con tracción simple, dejando atrás las opciones 4x4 debido a que solo se ofrecen con motorizaciones que no llegan a Chile.
En el interior tenemos una correcta percepción de calidad, mejor que la edición anterior, con materiales más blandos sobre la consola que quedan muy bien al tacto. Eso sí, eso no está en todo el habitáculo, hay otros sectores con plásticos duros que no se perciben con la misma calidad, pero en líneas generales cumple bien.
Observando el espacio interior, nos encontramos con un ambiente cómodo, con asientos delanteros que recogen bien el cuerpo, pero que lamentablemente en nuestra versión (Longitude) solo tienen ajuste manual. De todas maneras, se aprovecha bien el espacio, hay diversos portaobjetos, posavasos antideslizantes y buena visibilidad en todos los ángulos.
En las plazas traseras la comodidad también está presente, debido a que el piso semiplano sobre el túnel de la transmisión no le quita espacio a las piernas de la persona que se siente en la plaza central. Eso sí, quien viaje en ese lugar, sentirá un respaldo más duro y menos envolvente, debido a la presencia del apoyabrazos central. Pero hay buen lugar para tres personas y no se sufrirá en viajes largos.
Y para quienes se preguntan por el espacio del maletero, cuenta con 400 litros de capacidad de carga, un volumen más que suficiente para llevar bolsos o maletas de gran tamaño.
Pero lo que nos llamó la atención en el habitáculo va por el lado de la tecnología. Durante los últimos años las marcas generalistas (sobre todo las de origen chino) han ido elevando el estándar y hay elementos y dispositivos que empiezan a ser exigibles, más cuando el previo supera con crecer los 20 millones de pesos (en este caso $ 24.490.000 con bono).
El equipamiento en nuestra versión de prueba cumple más que satisfactoriamente. En el colegio sería una buena nota azul, pero conscientes de que pudo ser mucho mejor.
Entre los aspectos positivos se cuentan el tablero con dos relojes y un clúster central de 7′' donde se entrega la información del vehículo, a lo que se suma la pantalla de central, que pasó de ser de 7″ a una táctil de 8,4″ (y 10,1″ en la tope de gama Limited Plus). Este sistema de infoentretenimiento Uconnect 5 es de lo más destacado, cuenta con una altísima definición y es posible conectar a los sistemas operativos de Apple CarPlay y Android Auto de manera inalámbrica. Por si fuese poco, pensando en todos, cuenta con puertos de carga tradicionales (A) y con el puerto USB C (de los últimos modelos de celulares)
Ahora, nos hubiese que además contase con cargador inalámbrico, pero eso también queda para la opción Limited, variante que también se queda con la cámara en 360 grados.
El factor urbano del Jeep Compass
Una de las novedades del Jeep Compass 2022 está bajo el capot. En esta ocasión se deja atrás el Tigershock de 2.4 litros y toma su lugar un T270 de 1.3 litros turboalimentado, fabricado en aluminio que entrega 170 caballos de fuerza con un par de 270 Nm (de esta cifra se toma el nombre del motor), asociado a una caja automática Aisin de seis marchas.
La verdad es que el trabajo entre el motor y la caja nos llamó la atención, pero no en el buen sentido de la frase.
Desde que arrancamos el vehículo, apreciamos una salida algo lenta, con escasa energía, a la que le cuesta tomar protagonismo.
Esa falta de energía inmediata impide que realicemos maniobras repentinas, como aceleraciones en espacios acotados o recuperaciones inmediatas en autopistas. También debemos esperar buena distancia en cruces de calles para evitar malos ratos. Con las levas del volante algo podemos hacer para hacerlo menos remolón, pero en general es un vehículo que no se caracteriza por el dinamismo.
Ahora, un aspecto positivo del motor va por el lado del consumo. Gracias a su tecnología y su muy buen torque en baja, permite que el vehículo siempre vaya en revoluciones bajas, rara vez superamos las 2.000-2.500 rpm, lo que favorece el rendimiento, que en este modelo homologa 13,8 km/l, aunque lo mejor es que promedia cerca de 12 km/l en ciudad, una cifra bastante positiva en comparación con el anterior que tendía 8 km/l en zona urbana. Tampoco es el mejor de la comarca, pero sí entrega una suavidad que se agradece en el andar.
Esa suavidad del motor es otro punto positivo, lo que se complementa con un gran trabajo de aislación para dar un eficiente confort de marcha. Pero no es el único aspecto con check positivo. Gracias a un correcto chasis, nos encontramos también con un vehículo estable, aplomado, que va bien sobre el asfalto, que no entrega grandes traspasos de pesos y que en curvas se siente seguro (a pesar de ser solo 4x2).
Claro, siempre considerando que estamos en un SUV, que tiene una orientación más familiar, lo que se refuerza con un sistema de suspensión independiente en las cuatro ruedas que absorbe con propiedad los baches, que pasa sin dramas los repetidos lomos de toro de las calles nacionales sin que eso repercuta con fuerza en el habitáculo. Y como tiene mejores ángulos de ataque, tampoco se golpea.
La dirección, por su parte, no entrega demasiado tacto, es algo asistida a nuestro gusto, aunque seguramente habrá personas que disfrutan más con este tipo de dirección, especialmente cuando deben estacionar, algo que se hace de manera mucho más simple. Lo que también nos hubiese gustado es un frenado más inmediato, lo sentimos un poco largo en los momentos en que presionamos con fuerza el pedal.
Por último, mención al equipamiento de seguridad. Obviamente no es un tema de Jeep, sucede con todas las marcas, pero ojalá en algún momento la seguridad no se mida con opcionales, más cuando son tan pocos los elementos presentes en uno y no en la otra variante.
En este caso la versión Longitude (la intermedia de la gama) tiene un aceptable nivel de seguridad, con seis airbags (siete en la superior), frenos de disco a las cuatro ruedas con sistema ABS, asistencia de partida en pendiente y control de tracción, además de control crucero, como elementos principales.
Es un equipamiento en seguridad correcto considerando el precio del vehículo, y que en la versión superior agrega alerta de punto ciego y cruce de camino, pero otros dispositivos o asistentes a la conducción como alerta de cambio de carril o frenado autónomo de emergencia, por nombrar algunos, no están presentes.
En conclusión, el nuevo Jeep Compass cumple con el refresco de su imagen exterior, mejora la calidad interior, suma más tecnología y mayor equipamiento en seguridad respecto de la edición saliente, entrega un andar suave y cómodo, sin embargo, sigue generando ruido que no tenga una versión 4x4, la escasa agilidad inicial que otorga el binomio motriz y que por el precio no agregue más nivel de seguridad, pensando en estar sobre el promedio que se ofrece en el mercado local.
Ficha Técnica Jeep Compass Longitude
- Motor: 1.3 turbo
- Potencia: 170 Hp
- Torque: 270 Nm
- Caja: AT 8 velocidades
- Largo x ancho x alto: 4.404 mm x 1.819 mm x 1.628 mm
- Maletero: 400 litros
- Consumo mixto: 13,9 km/l
- Llantas: 18′'
- Airbags: 6
- Precio: $ 24.490.000 (con bono de financiamiento)