JMC Grand Avenue: inesperadamente buena y con nuevas versiones por llegar
La marca organizó una entretenida jornada de manejo para comprobar que su modelo más reciente es inesperadamente bueno, aunque aún haya usuarios de camionetas que no suelen tener en cuenta a este fabricante a la hora de buscar.
JMC realizó una jornada de test drive en un entretenido circuito ubicado al interior del Parque Outlife Chamisero, el cual es comúnmente usado para practicar ciclismo de montaña o motocross, aunque también cuenta con una pista para recorrer parte de sus cerros en vehículos más grandes.
En este lugar pudimos poner a prueba a la Grand Avenue, la camioneta más moderna de la marca, que fue estrenada durante el segundo semestre de 2023 en nuestro país. Y es que la propuesta ofrecida por la marca resulta tan convincente por el precio, que ameritaba realizar esta convocatoria, incluso tras varios meses desde su presentación.
Para refrescar la memoria, la JMC Grand Avenue es una camioneta mediana desarrollada desde cero por JMC en conjunto a Ford, uno de sus principales socios (ya todos saben que el Territory es fabricado por JMC), por lo que este modelo se posiciona sobre la familia Vigus, ofreciendo mayor espacio, refinamiento y sobretodo, calidad.
Con 5.45 metros de largo, 1.93 de ancho, 1.87 de alto y 3.27 metros entre ejes, la Grand Avenue es una de las camionetas medianas más grandes del mercado, siendo más larga que las alternativas de Ford, Toyota, Mitsubishi, Maxus y GWM. Además, con un CX de 0.38, es una de las camionetas con mejor registro aerodinámico en su clase.
El motor es un 2.3 turbodiésel de 4 cilindros, desarrollado por Ford, que en esta camioneta entrega 174 HP a 3.600 RPM y 445 NM de torque entre las 1.500 y 2.400 RPM, algo que en el papel la posiciona como la pickup más potente de este rango de precios. Este motor puede acoplarse a una caja manual de seis marchas o a una automática ZF con ocho relaciones.
Se ofrece con un solo nivel de equipamiento que comprende cuatro bolsas de aire, frenos ABS con EBD y discos en las cuatro ruedas, control de estabilidad, control de tracción, asistencia al arranque en pendientes, control de descenso, neblineros delanteros, encendido por botón, tapiz de ecocuero, pantalla de 10 pulgadas con Android Auto y Apple Carplay inalámbrico, sensor de lluvia, sensor de luces, pisaderas laterales y peldaño para acceder al pickup, entre otros elementos.
Este nivel de equipamiento se puede encontrar con caja manual o automática, cada uno con posibilidad de ofrecer tracción simple o 4x4 con reductora, dejando como elementos exclusivos de las variantes automáticas el asiento eléctrico para el conductor, las salidas de aire acondicionado en las plazas traseras, el monitor de presión de neumáticos y el freno de mano eléctrico.
Además de convencer en el papel, la Grand Avenue convence en su manejo, que goza de un equilibrio sobresaliente en el matrimonio entre el motor y la caja, algo que a los fabricantes chinos les había costado lograr en este segmento, incluso dando la sensación de que tiene algo más de potencia que la declarada por la marca. Todo esto acompañado por un interior amplio, bien terminado y con una suspensión que no causa muchas molestias incluso al circular por una ruta escarpada, con neumáticos de asfalto.
En el asfalto, la Grand Avenue también destaca por la buena aislación del habitáculo y unos consumos bastante eficientes, que rondan los 10 km/l en ciudad y los 13.5 a 14 km/l en ruta. Por lo que mientras más kilómetros se recorren, mejor se posiciona frente a otros modelos del origen.
Es en este punto donde a JMC le aparece una pequeña piedra de tope, y es que es mayormente percibida como una marca de vehículos de trabajo, aunque esta Grand Avenue se defienda muy bien como camioneta de uso particular, entregando mejores sensaciones que algunas de sus rivales.
A pesar de todo esto, JMC ha logrado comercializar 400 unidades de este modelo en apenas cinco meses, algo muy valorable para un fabricante al que muchos potenciales clientes no lo suelen tener muy en cuenta a la hora de considerar alternativas de compra, pero es algo que parece estar cambiando, gracias a los sólidos argumentos que ofrece.
Convincente, pero perfectible.
La Grand Avenue se ofrece con un precio que resulta tremendamente atractivo, ya que al día de la publicación, estos comienzan desde los $16.990.000 +IVA, con todo medio de pago, hasta los $20.990.000 +IVA con las mismas condiciones.
Aun así, desde el lanzamiento en octubre, se deslizó la posibilidad de que se sume una versión más equipada, con elementos clave para ofrecer una alternativa a modelos como la GWM Poer Deluxe AT o la Maxus T90, ambas equipadas con la misma caja ZF, aunque con menor potencia en el caso de la Poer (160 HP).
Afortunadamente, desde la marca se confirmó que están trabajando en poder adicionar prontamente un nivel de equipamiento extra, que con el mismo motor y la misma transmisión automática, pueda sumar los necesarios airbags de cortina, alguna que otra asistencia a la conducción, unas llantas de 18 pulgadas en lugar de 17, un enchufe de 220v y una revisión en la suspensión trasera para mejorar aún más el confort de marcha. Esta versión se ofrecerá a un precio más elevado, pero en vista de la escala de precios actual, también debería resultar muy competitiva.
Como si eso fuera poco, el equipo de la marca, liderado por Natalia Isla, confirmó que también se encuentran estudiando el arribo a nuestro mercado de la Grand Avenue 100% eléctrica, modelo adelantado durante el año pasado en el Salón de Shanghai, que monta un motor de 180 kW, equivalentes a 241 HP, que en conjunto a una batería de CATL de capacidad aún no anunciada, deberían otorgar una autonomía superior a los 400 kilómetros.
Este modelo reemplazaría a la Vigus EV, pero aunque no está confirmado al 100% su arribo al país, la intención de la marca es que la versatilidad de la plataforma de Grand Avenue permita satisfacer a la mayor cantidad de clientes posibles solo con cambios de especificaciones mecánicas, pero ofreciendo como base el mismo producto.
Una jugada que definitivamente tiene sustento, ya que el chasis de este modelo es sin duda su mejor argumento: sólido, cómodo y muy refinado, sobre todo considerando que su precio es muy inferior al de una camioneta mediana de una marca tradicional e incluso menos que varios modelos chinos.
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