Esa parte de ti que quiere reírse cuando alguien se cae en la calle, o que piensa en robarse ese computador que nadie está mirando en la cafetería... Según el psicólogo y psicoterapeuta de inicios del siglo XX, Carl Jung, (fuertemente influenciado por Freud), todos tenemos esta "sombra" en lo más profundo de nuestro corazón, esa sombra que nos hace querer abandonar todas las reglas y construcciones sociales para ser las personas que soñamos en nuestro inconsciente. Esos seres cuya existencia negamos, pero que debemos saber reconocer para mantener nuestra salud mental.
¿Se imaginan una persona que realmente lo hiciera y simplemente se entregara a lo más oscuro de su mundo interno? No es difícil encontrar un ejemplo que todos pueden reconocer: el Joker, el Guasón... el bufón de torcida y roja sonrisa de los comics, series y películas de Batman. Ese villano que es amado y odiado al mismo tiempo y que es un caso inagotable de estudio para psicólogos y terapeutas de todo el mundo. Ese que cada cierto tiempo se reinventa y vuelve a la pantalla a hacernos cuestionar nuestra propia existencia. De ese vamos a hablar.
Con una historia de origen que difiere constantemente en cada una de sus apariciones en la pantalla grande, y que le da ese carácter enigmático y anárquico, el Joker está construido sobre la premisa de querer ver el mundo arder por diversión..., simplemente porque puede.
En el cómic de 1988, "The killing joke" (ver recuadro), se establece una de las premisas más importantes del origen de este incombustible villano: solo hace falta un mal día para cambiarte por completo.
Decenas de miles de páginas se han llenado intentando evaluar, clasificar o definir al famoso Joker, pero todas ellas siempre atado a quien lo define, a su némesis, a un Batman que lucha por reivindicar a su familia, su niñez y lo que él considera justicia.
Pero el cine nos presenta una nueva oportunidad de conocer al bufón caótico de Gotham en la cinta Joker, que se estrenará en nuestro país durante los primeros días de octubre, y que, por primera vez, separa al villano del justiciero, contando una historia de origen que, según los críticos, podría valerle a su protagonista, Joaquin Phoenix, un premio de la Academia.
En una entrevista con Entertainment Tonight Canadá, Phoenix reconoció que una de las partes más difíciles de este papel fue la preparación. "Lo primero fue la pérdida de peso, con lo que comencé. A medida que va pasando, impacta tu psicología, y realmente comienzas a volverte loco cuando pierdes tanto peso en esa cantidad de tiempo. También hay un libro acerca de asesinos políticos que creí era interesante, y repasa los diferentes tipos de personalidades que hacen ese tipo de cosas (que yo hago en el filme)", aseguró el actor.
Crimen, caos y locura
Antes de Joaquin Phoenix y la nueva caracterización del Joker, ha habido muchos otros que se han puesto en el rol del villano de cabello verde. En el cine, probablemente, uno de los más recordados sea Jack Nicholson, quien le dio al Joker un toque más gángster, aunque siempre cuidando ese toque burlesco. Es que en las cintas de Tim Burton siempre ha estado presente ese toque gótico que, combinado con una actuación incomparable, deja momentos y frases inolvidables. "Hago lo que otras personas solo sueñan. Hago arte hasta que alguien muere. ¿Ven? Soy el primer artista homicida totalmente funcional del mundo", decía Nicholson entre risas en su performance.
Si la vara quedó alta con el desempeño del tres veces ganador del Óscar en la cinta de 1989, las expectativas subieron cuando un joven Heath Ledger aceptaba el desafío de convertirse en el Joker para la segunda parte de la trilogía de Batman dirigida por Christopher Nolan, "El caballero oscuro".
Caótico, anárquico e impredecible..., un verdadero psicópata frente a la cámara. Su actuación en esta cinta le valió un Óscar póstumo, y es que poco después del estreno, el mundo se remecería con su muerte por una sobredosis.
Mientras algunos aseguran que el personaje se metió dentro de su mente, causándole una fuerte depresión, su familia no se ha cansado de señalar que el actor disfrutó cada momento de la actuación.
La aparición del Joker de Ledger de 2008 dejó al mundo boquiabierto, y es que por fin se podía ver claramente la locura del villano, una que infundía un miedo más allá de lo racional. Y es que este Guasón no cometía crímenes por dinero u ambición, acá la motivación era desatar terror, uno tan psicológico como filosófico. Uno que cuestionaba las bases de la "superioridad ilusoria", esa que causa que la gente piense mucho más en sus características positivas que en las negativas.
"¿Acaso parezco alguien con un plan? ¿Sabes lo que soy? Soy un perro persiguiendo autos, no sabría qué hacer con uno si lo atrapara. Ya sabes, yo solo... hago cosas", destacaba el psicópata anarquista en la pantalla grande.
En 2016 un nuevo Joker llegaba a los cines. Esta vez encarnado por el multifacético Jared Leto. Amado por algunos, odiado por otros. Probablemente sus pocos minutos en escena en "El escuadrón suicida" le hayan jugado en contra a su actuación, aunque en cada una de sus intervenciones se dejaba ver una combinación de la personalidad de los anteriores Joker... Un anarquista, un gángster, un loco psicópata que no va a parar hasta conseguir lo que quiere.
Joaquin Phoenix, con todos sus pergaminos, tres nominaciones al Oscar y variados otros premios de distintas asociaciones, tiene la oportunidad de pasar a la historia con su interpretación de uno de los villanos más reconocidos de los comics, cine y televisión, y tanto fanáticos como críticos ya están esperando a ver esta nueva faceta de un Joker inclasificable.
"Quería tener la libertad de crear algo que no fuese identificable. Este es un personaje ficticio, y no quería que un psiquiatra fuera capaz de identificar el tipo de persona que era. (...) A través de la grabación, cada día sentía que estábamos descubriendo nuevos aspectos del personaje y matices de su personalidad, incluso hasta el último día", señaló Phoenix.
Del payaso Arthur Fleck a la llegada del Joker hay un mundo de imaginación y locura, y la cinta del director Todd Phillips parece ser, según la crítica especializada, una verdadera representación de la locura de la sociedad actual. MT