La electromovilidad empieza a avanzar en Chile. A cuentagotas, con cifras marginales, pero sumando unidades en la medida de lo posible, como suele ser en nuestro país, donde no existen incentivos para la adquisición de vehículos más amigables con el medioambiente. El segmento de deportivos de lujo está aún más lejos, con el BMW i8 como único representante. Eso hasta hace unos días.
Ahora, el deportivo ecológico de los bávaros tiene acompañante. Se trata del Karma Revero, modelo que impacta desde su presencia, con su figura de capó alargado, grandes focos y doble rejilla frontal tiene una raíz en el origen de esta marca, que nació por la ilusión de Henrik Fisker -diseñador responsable de modelos como el BMW Z8 y el Aston Martin DB9- de tener sus propios deportivos.
En el interior de este deportivo ecológico de lujo, como se le denomina al Karma Revero, nos encontramos con un diseño de vanguardia, materiales de altísima calidad y bastante cómodo para los ocupantes de las plazas delanteras, pero no tanto para los que viajen en las butacas posteriores, donde el espacio para las piernas es mínimo. Otra falta es que, a pesar de su tecnología, no dispone de conectividad a los sistemas Apple CarPlay ni Android Auto.
Pero donde sí encontramos una cualidad llamativa en este eléctrico de rango extendido es en el concepto que ofrece a los usuarios, ya que se mueve gracias a dos motores eléctricos instalados en el eje trasero, que actúan en conjunto con un motor a combustión 2.0 turbo que sirve exclusivamente para cargar la batería que permite el movimiento. Eso sí, a diferencia de los plug-in híbridos tradicionales, acá el usuario tiene la alternativa de cargar la batería en una tomacorriente (convencional o de carga rápida) y moverse por entre 50 y 80 kilómetros en modo eléctrico, mezclar el uso de electricidad y gasolina, o también puede olvidarse para siempre de enchufar el vehículo y solo moverse gracias al combustible que carga la batería, alcanzando una autonomía cercana a los 400 km.
Otro aspecto interesante del Revero es la puesta en pista. Se siente firme, con aplomo y nos permite movernos a altas velocidades con seguridad, gracias a una perfecta distribución de peso y a que el centro de gravedad en el centro se ve fortalecido por la ubicación de las baterías, instaladas de forma longitudinal en el lugar destinado al túnel de la transmisión. La dirección, por su parte, ofrece esa resistencia que les gusta a los aficionados los deportivos.
En contrapartida, los casi cinco metros de largo y los poco menos de 2,5 toneladas provocan que la agilidad no sea tan inmediata ni explosiva como en otros deportivos, aunque a medida que aceleramos, se van sintiendo la fuerza y los 1.250 Nm de torque.
Sobre el estilo de conducción, existen tres opciones, las cuales se manejan desde una de las levas del volante. El más ecológico es el Stealth, donde se está en modo 100% eléctrico (a menos que no quede energía y el motor a combutión deba recargar la batería); luego viene el Sustain, donde se mantiene estable la carga eléctrica, y por último el modo Sport, donde la carga se agota rápidamente debido a que ofrece el máximo de performance.
Junto a estos tres estilos, hay tres niveles de frenos regenerativos (controlados desde la otra leva del volante). El nivel 3 es el más extremo y hay que acostumbrarse, ya que va frenando el vehículo apenas se suelta el acelerador, lo que puede provocar algunos tirones.
En conclusión, un vehículo atractivo, capaz de ofrecer avances en sintonía con el medioambiente, pero también con la opción para quienes no desean cambiarse por completo a los eléctricos.
Ficha técnica Karma Revero:
» Motor 1: eléctrico (2)
» Motor 2: 2.0 Turbo
» Potencia: 403 Hp
» Torque: 1.245 Nm
» 0-100 km/h: 5,4 seg.
» Largo: 4.998 mm
» Autonomía: 483 km
» Precio: US$ 185 mil
A favor:
El diseño atractivo y moderno, la calidad del habitáculo, la comodidad de los asientos delanteros y las sensaciones deportivas que entrega en velocidad.
En contra:
El alto precio, la respuesta que entrega desde cero, el escaso espacio de las plazas traseras y la ausencia de compatibilidad con Apple CarPlay o Android Auto.