Un día decisivo para su futuro vivió ayer KTM. Y es que tras declararse insolvente y terminado el periodo de autoadministración, la firma austríaca consiguió llegar a acuerdo con sus acreedores y oficializar así su plan de reestructuración.
En un tribunal austriaco, los responsables de KTM, los acreedores de la marca y el administrador concursal se reunieron para decidir el futuro del Grupo KTM AG (KTM, Husqvarna, GAS GAS y WP Suspension). Allí luego de cinco tensas horas, los acreedores dieron el visto bueno al plan de saneamiento presentado por Stefan Pierer
Según el acuerdo aceptado, los acreedores recibirán el 30% del pago de la deuda, en un pago único por un valor de 548 millones de euros, y que tendrán que recibir antes de que llegue el día límite del plazo, que es el próximo viernes 23 de mayo.
Llegado ese momento, y tras estos pagos que se han acordado, en junio de 2025 se pondrá fin a la reestructuración.
La gran pregunta ahora, es de dónde va a salir ese dinero. En principio, se sabe que KTM va a recibir de manera inminente 50 millones de euros, con los que podrá reiniciar en marzo la fabricación de motos en la planta de Austria, que permanecía paralizada hasta nuevo aviso.
Este dinero llegará de la mano de su socio indio Bajaj, que se ha mostrado dispuesto a aportar un total de 150 millones de euros para el rescate de una de las marcas de motos más importantes del mundo.
Sin embargo, hay otros inversores que también harán su aportación, pues se habla de “un círculo ampliado de accionistas”, que serían un total de siete de los 20 que en principio habían estado interesados en KTM AG. Y entre los que siguen adelante estarían CFMoto (ya era socio), FountainVest, e incluso BMW Motorrad.