Lo de las marcas chinas no se compara con ninguna forma de conquista que hayamos visto en la historia del automóvil. Ni las japonesas en los años 70 y 80, ni la de las coreanas, a partir de los 90. Ningún origen asiático ha sido capaz de conquistar tan rápido el corazón -o la razón- de los compradores de automóviles europeos. Los gigantes chinos quieren conquistar occidente y para eso están y harán todo lo que esté a su alcance (y en sus bolsillos) por lograrlo… aunque eso requiera más tiempo de lo que ellos tenían presupuestado en su hoja de ruta.
Lo que se vivió por estos días en el Salón de Múnich es sin duda una muestra más del poderío de las marcas chinas y el miedo que provocan entre los ejecutivos de los grandes conglomerados europeos es real, aunque lo disfracen.
Oliver Blume, CEO del grupo Volkswagen, aseguró que “la industria china de automóviles no es una amenaza para los fabricantes europeos, aunque nos obliga -a Europa- a ser mejores y que, hay que posicionarse para ser competitivos”.
Hace poco más de una década la oferta de los productos automotrices chinos eran impensado en el Viejo Continente. Y claro, sus desarrollos de motores a combustión no eran los mejores y en eso la experiencia de las marcas de los grupos automotrices tradicionales le llevan décadas de delantera. Con lo que no contaban los fabricantes europeos, era que mientras ellos seguían desarrollando y pensando en motores de combustión eficientes, los chinos miraban más allá y se enfocaron en la investigación y desarrollo de los autos eléctricos.
Las ventas de vehículos electrificados en Europa se incrementó un 60,3% en el mes de agosto, con 7.507 unidades vendidas. En el octavo mes, los electrificados suman el 11,08% del mercado general, 3,6 puntos porcentuales más que el año anterior.
En este contexto, las marcas de vehículos chinas están aprovechando su ventaja por precio y disponibilidad de baterías para hacerse un espacio en el mercado europeo. Y así dieron cuenta en el Salón de Múnich, compitiendo de igual a igual a las gigantes alemanas, sin achicarse en metros cuadros y creatividad a la hora de montar un stand, ya fuera en el centro de convención o en la ciudad misma, como vimos a algunas duplicar su presencia. Si antes debían conformarse con estar relegadas a un solo sector o, incluso, a los lugares de menos acceso del público asistente, hoy se mezclan y comparten pabellones con las más grandes, con las históricas.
Los números en las ventas reflejan que aún son unas desconocidas en el mercado europeo, pero la ofensiva viene con todo: en esta edición de la muestra hubo el doble de marcas chinas que en 2021. Eso sí, de igual forma quedó un sabor extraño en boca. Los chinos no fueron tan aplastantes como se preveía, aunque bulla metieron.
Mucho ruido y pocas nueces
En el pabellón B-3 del Messe Múnich estaba BYD, a solo unos metros de Mercedes-Benz. La firma que comenzó como fabricante de batería comenzó hace un rato su ofensiva internacional y en esta ocasión presentó su sexto modelo, el Seal U, un SUV 100% eléctrico que busca llegar a un segmento medio/grande. Con un motor eléctrico de 218 Hp (160 kW) y 310 Nm, se ofrecerá con dos tamaños de batería, una de de 71,8 kWh de capacidad y ofrecerá 420 kilómetros de autonomía (WLTP) denominada Design y la segunda tiene una batería de 87 kWh que llegaría a los 500 km de autonomía (WLTP), llamada Comfort.
También se pudo ver Denza, una marca creada en China en asociación -justamente- con la firma de la estrella alemana y que estaría con intención de comenzar sus operaciones en 2024 en Europa.
Otro ejemplo es la compañía estatal china SAIC, y su firma MG, marca que compró en 2007. A pasos del Grupo Volkswagen que develó la versión de producción del Cyberster, un espectacular roadster eléctrico que buscará ser una alternativa a los deportivos “caros” y que tiene en la mira transformarse en lo que es el Mazda MX-5, ganando terreno con un precio muy atractivo y que se pondrá a la venta ahora en el Viejo Continente. Disponible con tracción en el eje trasero y otra con motores eléctricos en ambos ejes se estima que su potencia vaya entre los 300 Hp y los 500 Hp.
Una que se dio a conocer en Chile el año pasado, aunque su debut oficial se espera para los próximos meses es LeapMotor, marca importada al mercado chileno por Cidef. La firma desplegó sus alas en el IAA de Múnich con una interesante y gran muestra de productos, donde destacó el T03 -modelo que llegará a un precio entorno a los $ 20 millones a nuestro país- y el C10 el que estrena una nueva plataforma y desde la cual nacerán los futuros modelos de la marca china.
El C10 es un SUV que tiene dimensiones entre los 4,8 y 5 metros de longitud, y su plataforma permite que sea de tracción trasera o en las cuatro ruedas, y puede equipar motores de entre 170 kW (231 Hp) y 250 kW (340 Hp).
Entre las otras marcas que estaba presentes en el Salón de Múnich no hubo gran relevancia en la presentación de productos, pero sí de nombres que habrá que estar atentos por sus apuestas, como Seres, Hinqi, Xpeng Motors (presente en algunos mercado del norte de Europa), Polestone y la stand-up ítalo china XEV, que ya se vende en Europa con el modelo YOYO, un cuadriciclo eléctrico para dos personas, que ofrece una solución de baterías intercambiables, y que ha sido todo un fenómeno para la movilidad urbana desde que nació hace dos años.
De las más conocidas en Chile, poco más, exceptuando la muestra de DFSK, que mostró sus modelos a GLP y eléctricos.
Los chinos hicieron un desembarco masivo en Múnich, pero aún no despegan. Aunque al parecer es cosa de tiempo…