En momentos en que una gran cantidad de personas permanece en sus hogares, haciendo cuarentena, hay otros deben trabajar o desplazarse para comprar alimentos, remedios y artículos de aseo e higiene. En Nueva Zelanda una compañía ha ideado una solución que podría ayudar a que precisamente esas personas que trabajan llevando a otros a bordo o los mismos pasajeros, puedan cumplir con sus fines de forma más segura.
Se trata de una especie de burbuja diseñada por la empresa RVE, dedicada a la fabricación de fundas de autos, que ahora centra la mirada de varios alrededor del mundo. La firma lo llama Automotive PPE (Personal Protective Equipment) y está enfocado en los negocios, las flotas y los vehículos de emergencia. Por supuesto dentro de ellos se incluyen taxis convencionales o servicios como Uber, Cabify o Didi.
En el fondo el Automotive PPE consta de un cuero que cubre el asiento (mucho más simple de higienizar que la tela), además de la ‘burbuja’ que es, a todas luces, lo más llamativo. Tal como se ve en imágenes, esta lámina transparente es de PVC y es de fácil limpieza y desinfección. Rodea la posición del chofer, creando un compartimiento separado. Jim Stanners, director de la firma, contó al sitio local Driven que curiosamente la idea surgió por la preocupación de los propios trabajadores de la empresa, pero que pronto esto se pensó como un producto vendible. “El conductor y el pasajero están protegidos y ellos pueden incluso hablar y mirarse a través de esta lámina”, dice.
RVE creó los primeros prototipos utilizando como base una Ford Ranger y un Hyundai H1, pero ahora ofrece modelos para una amplia gama de vehículos familiares y furgones.
“Tenemos un gran desafío con fabricar el Automotive PPE para autos con volante a la derecha o a la izquierda, entonces primero estamos creando para los autos más populares”, agrego Stanner a Autoblog. “Sin duda esto nos dará más trabajado, pero nos sentimos bien de hacerlo para luchar contra esta pandemia”, finalizó.