Javier Milei y la cábala que lo llevó a exigir un descapotable tras asumir como Presidente
El nuevo mandatario argentino se subió a un Mercedes-Benz CLK tras jurar en el máximo cargo como homenaje al auto que le acompañó en el arranque de su campaña.
Javier Milei se convirtió oficialmente el 10 de diciembre en el nuevo Presidente de Argentina. El controvertido economista que sorprendió al mundo entero al ganar las recientes elecciones en el país transandino comenzó su mandato con una serie de anécdotas automotrices, entre ellas, su obsesión por salir del juramento del cargo arriba de un descapotable.
Su historia con los convertibles tiene su origen desde que empezó la campaña, cuando nadie hubiese apostado a que llegaría a la Casa Rosada. Según consignó el sitio Motor1, Milei a sus primeros dos actos políticos que realizó en el centro de Buenos Aires hace dos años llegó en autos que le pertenecían a un privado: un Cadillac Sedán De Ville (1961) y un Mazda MX5 Miata (1990). Ambos descapotables.
Atendiendo a esa instancia, o quizás apelando a las cábalas que tanto se escucha allende los Andes, el flamante ganador de la elección transandina exigió que un convertible fuese el vehículo que le hiciera recorrer las calles de Buenas Aires por primera vez con la banda albiceleste en el pecho.
La idea original era entonces que Milei saliera con un Cadillac Serie 62. Es el auto presidencial y fue un obsequio a Juan Domingo Perón en 1955 por parte del gobierno de Estados Unidos.
Aquel Cadillac monta un bloque de 8 cilindros de 6.0 litros, asociado a una caja automática de cuatro marchas. Si bien se le entregó a Perón, éste nunca lo ocupó, puesto que fue derrocado cerca de la fecha del obsequio, pero sí posteriormente se convirtió en el auto oficial en los desfiles de asunción de los presidentes Arturo Frondizi, Raúl Alfonsín y Carlos Menem.
Pasaron años y el auto quedó en el olvido. Hasta que en 2018 se le restauró por orden del ex presidente Mauricio Macri. Y hasta ahora ese Cadillac es parte del Museo del Bicentenario, al costado de la Casa Rosada.
Sin embargo, como señaló el sitio especializado, el equipo de Protocolo del nuevo Presidente no tuvo acceso a inspeccionar el vehículo y la propia directora del Museo, Andrea Rabollini dijo que el auto no estaba en condiciones de ser usado y que ni siquiera tiene su documentación en regla.
Debido a este impasse, desde el equipo de Milei comenzaron a barajar otras opciones y enviaron un llamativo mensaje a coleccionistas de autos: “Se busca un descapotable para Javier Milei”.
Un cuento argentino
La historia de un recién electo Presidente buscando auto parece un cuento de fantasía, pero varios dicen que ya nada sorprende en Argentina. Y así fue como la canciller Diana Mondino y la Casa Militar trabajaron para encontrarle otros vehículos al “León”.
El día de la asunción, Javier Milei viajó hasta el Congreso a jurar el cargo. Ese trayecto lo hizo en un Volkswagen Touareg V6 TDi que le facilitó Volkswagen Argentina, además de cuatro Taos para la comitiva
Luego, cuando Milei ya era presidente, fue desde el Congreso hasta la Casa Rosada en un Mercedes-Benz CLK 430 Convertible.
La historia de cómo apareció en escena el descapotable alemán la contó el periodista Carlos Cristófalo en Motor1.
El profesional comentó que no fue un Mercedes-Benz CLK, sino que había dos casi iguales. Se eligió la versión CLK 430 Convertible, con motor V8 de 4.3 litros, el cual llevaba una patente de papel “Móvil A01″ para tapar la placa original. Sí, era una patente de papel, puesto que en Argentina están con problemas de escasez de placas metálicas y se permitió el uso de papel.
El coleccionista que facilitó el vehículo fue Tomás Bord, quien además es columnista del sitio, Motor1 Argentina, donde entrega columnas con consejos para quienes compran autos clásicos.
El relato íntegro de Bord a Motor1 es el siguiente:
- El contacto: “Me contactaron de la Casa Militar a través de un empresario en común. Me dijeron: ‘Necesitamos un auto descapotable, con cuatro plazas y estilo clásico’. Al principio, el foco estuvo puesto en encontrar un Cadillac, pero buscaban algo más moderno que el auto presidencial. Buscaban algo más original”.
- Del Cadillac al BMW: “Luego el foco estuvo en algún clásico más moderno. Pasamos a hablar de un BMW E30 Cabrio, un Saab 900 Convertible y otros similares. El color pasó a ser un factor primordial: tenía que ser negro. Se eligió el BMW”.
- Cambio de opinión: “Estábamos preparando ese vehículo cuando nos llegó otro llamado: ‘Hay un cambio de opinión, buscamos un clásico, tipo un Auburn o Packard de los años ‘30′ A lo que respondí: ‘Imposible confiar en un vehículo tan antiguo, con tan poco tiempo de preparación. Además, necesitaríamos un back-up, un vehículo muleto o de reemplazo, ante cualquier posible inconveniente en un auto con tantos años. Faltaban sólo 48 horas para el acto”.
- Opciones en “Bord Condition”: “Me dicen: ‘Bueno, mándanos otras opciones de cabriolet cuatro plazas, de los años ‘90, de color negro, de alguna marca capitalista’. Mandé una lista alternativa donde figuraban los Mercedes-Benz CLK Convertibles”.
- Luz Verde: “Recibí otro mensaje más: ‘Ya eligió. Quiere la Mercedes-Benz CLK, ¿tenemos un back-up igual?’ Les contesté que podía conseguirlo. Al poco tiempo tenía dos back-ups disponibles, otro negro y uno blanco: ‘Excelente, Tomás. El blanco lo dejaremos para visitas especiales más adelante”.
- La inspección: “Alistamos los dos CLK negros, los pusimos a disposición para ser inspeccionadas por la Casa Militar, los mecánicos del Gobierno y el equipo de la Seguridad Presidencial. El viernes los retiraron para guardarlos en la Quinta de Olivos”.
- Conclusión: “Fue un honor poder servir a la Patria con semejante cometido”.
- ¿Se venden?: “Los tres CLK están en venta, los valores serán presentados junto a los autos en la semana, en nuestras redes sociales: @TomasBordAutos”.
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