‘Reescribamos el final’. Así se llama la campaña de televisión lanzada por ANCAP esta semana. El organismo que supervisa la seguridad activa y pasiva de automóviles nuevos que se venden en Oceanía, apunta a crear consciencia en nuevos consumidores, de modo que prefieran únicamente aquellos vehículos que se comercializan con frenado de emergencia autónomo (con detector de peatones) y el sistema que permite mantener el carril cuando el conductor se sale de trayectoria de forma involuntaria.

Lo destacable de esta campaña es que, si bien las personas a las que se les muestra el rostro son solamente actores, todo el resto de secuencias corresponde a registros reales obtenidos mediante dash cams (o cámaras de tablero) y que han sido enviados por usuarios australianos. ANCAP subraya que el 14% de las fatalidades en siniestros viales involucran a peatones y que el 66% de las muertes se producen en caminos remotos, donde menos se espera la aparición de un usuario vulnerable de la ruta.

En contraste con las impactantes imágenes reales, la campaña muestra cómo estos sistemas -el frenado de emergencia autónomo y el sistema activo que impide la salida involuntaria del carril- salvan vidas y evitan siniestros. “El mensaje es simple. Los errores ocurren, pero hoy hay tecnologías que ayudan a convertir estas situaciones negativas en algo positivo”, dijo Rhianne Robson, directora de Comunicaciones y Derecho de ANCAP. “Con los ejemplos reales demostramos que los errores humanos pasan todos los días, y que pueden ser tuyos o de otros y que no necesariamente deben terminar en personas fallecidas”, agregó.

Una realidad que hay que cambiar

Según estadísticas de ANCAP, que únicamente recoge datos australianos, el 71% de los nuevos autos comercializados equipan frenado de emergencia autónomo como estándar, pero en ese país la media de antigüedad del parque motor es de 10 años, lo que significa que solo un 7% de los 18 millones de unidades que circulan a diario, tiene este vital elemento de seguridad activa.

¿Más estadísticas? El frenado de emergencia autónomo reduce entre un 54% y un 57% el riesgo de un accidente por alcance. Asimismo, baja en un 27% las fatalidades. En Sudamérica si bien se está lejísimos aún de que este tipo de tecnologías sean obligatorias, al menos Latin NCAP las incluyó en el nuevo protocolo de evaluación de autos que regirá hasta 2024 (ver nota).