La curiosa razón por la que medimos la potencia en caballos de fuerza

HP

Caballo de fuerza (o Horsepower, en inglés), quizás alguna vez te has preguntado por qué medimos así la potencia de un motor. A continuación, te lo contamos.




Los HP son una medida universalmente conocida y publicitada de la potencia del motor, así como la base para innumerables decisiones de compra sobre tal o cual vehículo. Sin embargo, y pese a la importancia que se le da, muy pocas personas conocen a ciencia cierta qué hay detrás del término.

Para comprender las raíces de esta curiosa métrica, debemos retroceder en el tiempo hasta el siglo XVIII, cuando la llegada de la energía de vapor estaba a punto de jubilar a muchos caballos que realizaban duras jornadas de trabajo.

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Específicamente, hay que remontarse a 1782, año en que el ingeniero y químico escocés James Watt, acuñó el término tal y como lo entendemos hoy en el sector del automóvil. Entonces, el inventor estaba tratando de despertar el interés en su versión nueva y mejorada de la máquina de vapor.

Para ello, necesitaba demostrar la valía de su producto. Fue allí que se interesó en los caballos de trabajo que tiraban cargas pesadas en fábricas, molinos y minas, en los cuales encontró la manera de calcular el equivalente de la potencia de su nuevo invento.

De ese modo, llamaba bastante la atención si decía que su máquina de vapor rendía tanto como 50, 80 o 100 caballos.

¿Cuánto es 1 HP?

Watt supervisó una tarea equina particular. Atados a los rayos que irradian del eje central de un molino, los caballos giraban alrededor de éste, dibujando un círculo de siete metros de diámetro, aproximadamente 144 veces en una hora, cada uno empujando con una fuerza estimada en unos 75 kilos.

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A partir de esto, el ingeniero calculó que un caballo de potencia equivalía a un caballo ejerciendo unos 45.000 Nm de trabajo en un minuto. Para comprender mejor esto, imagina un caballo levantando un bidón de agua de 15 kilos desde el fondo de un pozo de 300 metros de profundidad en 60 segundos. Esa cantidad de trabajo equivale a un caballo de potencia.

Watt usó así su unidad de potencia recién inventada para comparar cuánto trabajo podría hacer su máquina de vapor estacionaria en comparación a la de un caballo. Era la magia de marketing que necesitaba para convencer a las empresas de que la nueva tecnología era la mejor fuente de energía.

Ese avance, como todos sabemos, revolucionó tanto la industria como el transporte, y finalmente conduciría al surgimiento de los barcos y locomotoras de vapor.

HP, CV y kW

Además de en caballos de fuerza (HP), la potencia puede ofrecerse en caballos de vapor (CV) y kilovatios (kW). Estos últimos son la unidad de potencia oficial del Sistema Internacional de Unidades (SI), una medida que hoy, además, gana popularidad entre los autos eléctricos.

Aunque pueda parecer una nimiedad, el acuerdo de la comunidad científica internacional sobre utilizar unidades de medida universales, significó un avance importantísimo. Y es 1 metro mide lo mismo aquí, en España, en Indonesia y en la superficie de la Luna; en tanto, que 1 segundo dura lo mismo en todos los confines del planeta; y lo mismo pasa con los kilos y la masa.

Dicho esto, el kW es un homenaje póstumo a James Watt. Básicamente, el kilovatio es la castellanización de kilowatt. Y para que conste, 1.000 vatios (o watts) equivalen a 1 kW.

Ahora bien, irónicamente, y pese al honor de llevar su nombre, 1 kW no equivale a 1 Hp, sino que a 1,34 Hp. De ahí, que para saber la potencia de un motor eléctrico -presentada por lo general en kW en la ficha técnica- en caballos de fuerza, solo basta con multiplicar los kilovatios del motor por 1,34. El resultado de ello, serán los HP.

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La popularización del auto eléctrico está haciendo que se hable cada vez más en kilovatios para cuantificar la potencia, tanto para hablar de los motores como para la potencia de recarga. Y esto debería hacer definitivamente que adoptemos y utilicemos de manera generalizada el kilovatio como unidad de potencia universal, ya sea en vehículos eléctricos como aquellos con motor de combustión.

No sólo es más práctico, sino también más lógico: 1 kilovatio se define igual para los europeos que para los estadounidenses, los asiáticos y los chilenos. La época de la máquina de vapor quedó atrás hace mucho tiempo; es tiempo de hablar de potencia en kilovatios.

Así, por ejemplo, un motor de un auto eléctrico de 100 kW de potencia tiene el equivalente a 134 HP.

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