La Diosa de Cadillac coronó el capó motor de la mayoría de autos de la marca norteamericana entre los años 1930 y 1956, y había estado en completo desuso desde 1959.

Hasta ahora, pues Cadillac la recupero para adornar el nuevo y eléctrico Celestiq en un esfuerzo por proyectarse al futuro poniendo en valor su pasado.

Eso sí, no la veremos en el capó del Celestiq, sino que en una placa situada en las puertas y en un control giratorio que permite gestionar el sistema de infoentretenimiento. Asimismo, se encontrará en la toma de carga del auto, donde estará retroiluminada.

“El Celestiq es el principio del futuro de Cadillac y representa la innovación artística que la marca está aportando a los vehículos eléctricos de lujo”, señaló Bryan Nesbitt, director de Cadillac Design.

“Queríamos que este buque insignia eléctrico encapsulara la historia de la marca de una forma realmente relevante, con la Diosa como representación y cúspide del saber hacer de Cadillac”.

El Cadillac Celestiq es un sedán completamente eléctrico con un máximo de 483 kilómetros de autonomía. Se presentó este pasado mes de octubre y la previsión es que entre en producción a finales de 2023 con vista a unas entregas que no arrancarán hasta 2024. Su precio se situará por encima de los 300.000 dólares.