
La electromovilidad en camiones ¿es posible?
Camiones livianos y medianos son los principales actores del negocio de la electromovilidad en este tipo de vehículos y a pesar del aumento de oferta, aún queda mucho camino que recorrer en la transición de la electromovilidad.

Según el último informe de ventas de la Asociación Nacional Automotriz de Chile (Anac) durante el primer trimestre de este año la venta de vehículos de pasajeros y livianos electrificados enchufables creció 121,4% (1.501 unidades inscritas), de los cuales 1.117 unidades corresponden a modelos 100%.
Sin embargo, en el segmento de camiones, los números son distintos: si bien en porcentaje hay un significativo aumento (+177,8% en el primer trimestre), en unidades la venta de camiones eléctricos solo llega a 25 en los tres primeros meses de 2025. Eso, a pesar de que en los últimos años la oferta de este tipo de vehículos aumentado considerablemente.
Entonces, ¿qué es lo que sucede en este segmento?
“Desde nuestro punto de vista, las empresas están comprometidas con la descarbonización del transporte, sin embargo, persisten algunos desafíos, principalmente ligados a la infraestructura de carga, que necesita expandirse, al costo inicial de los camiones eléctricos y a la falta de incentivos”, señala Alejandro Ortiz, gerente de electromovilidad de Grupo Kaufmann, quienes tienen en sus portafolios dos modelos: eActros de Mercedes-Benz, con una autonomía de hasta 400 km y el eCanter de FUSO, con hasta 200 km de autonomía.
Cristián Morales, Manager VW Camiones y Buses Chile, identifica cuatro puntos esenciales para el despegue de la electromovilidad en este tipo de transporte: el valor de esta tecnología, que sigue siendo muy cara en relación con la de combustión; la inversión en infraestructura de carga, ya que no solo se debe pensar en el costo de camión sino que además es necesario considerar en el análisis, la implementación de estaciones de carga en las instalaciones del transportista o en el centro de distribución; las tarifas de transporte, la mayor parte de las empresas generadoras de carga, aún no están dispuestas a pagar el diferencial en la tarifa que supone la electromovilidad debido a la alta inversión inicial, y finalmente, la infraestructura de carga pública actual, la que no tan solo es insuficiente sino que además está orientada a satisfacer las necesidades de vehículos livianos.

Ese punto es transversal entre los actores de este segmento que además ven en la centralización otra barrera, como lo expresa Ximena Morales, Product Manager Electromovilidad de Landking. “Hay que superar el desafío de lograr una mayor y mejor cobertura de cargadores en otras regiones. La electromovilidad ha centrado su operación en la región Metropolitana, y el gran desafío es llegar a cada rincón de Chile”, señala la ejecutiva de la firma importada por Indumotora, que en su gama destacan los productos eléctricos LK5 EV y LK8 EV.

Similar es la opinión de John Novoa, Gerente Comercial de Hyundai Camiones y Buses, quien agrega que “La red pública de carga ha avanzado y desde el año 2023 al 2025 presenta un incremento de un 56% y aún sigue centralizada en la Región Metropolitana. Eso sí, la red también sigue siendo poco amigable para vehículos de trabajo que necesitan más espacio para estacionar. Existen zonas de carga donde solo pueden ingresar vehículos livianos, y eso hace un poco más complicado utilizar estos lugares para la carga de vehículos comerciales de mayores dimensiones.
Para Rodrigo Arroyo, Gerente de Camiones de Andes Motor, quienes tienen una amplia oferta con sus marcas Maxus y Foton “La electromovilidad para transporte de carga hoy es funcional para cortas y medias distancias, donde diversos modelos han demostrado que es posible avanzar en la meta de cero emisiones mejorando productividad y optimizando costos operacionales. Sin embargo, aún persisten desafíos clave para consolidar esta transformación. El principal es seguir ampliando la infraestructura de carga rápida, especialmente en rutas interurbanas y polos logísticos. A esto se suma la necesidad de mejorar las condiciones de acceso y financiamiento, sobre todo en industrias con alta rotación de flota o pymes que requieren mayor apoyo para adoptar esta tecnología”, explica el ejecutivo.
La barrera
Uno de los puntos más débiles, eso sí, es la falta de apoyo gubernamental para lograr acelerar la transición.
“Sería ideal contar con apoyo del Estado para impulsar la electrificación del parque de camiones, el que podría ser aplicado en la forma de subsidio directo, exención o rebaja del pago de impuestos por el uso de bonos de carbono o créditos a largo plazo con tasa rebajada, todas medidas ya implementadas en otras áreas”, expresa Morales de VW Camiones y Buses, mientras que desde Kaufamnn indican que “que consideramos que en Chile sería útil implementar ayudas, especialmente durante los primeros años de uso del vehículo, para respaldar a las empresas en este proceso de transición”.
Rodrigo Arroyo de Andes Motor expresa que “El apoyo gubernamental, a través de incentivos, infraestructura y marcos regulatorios adecuados, es fundamental para generar las condiciones que faciliten la incorporación de vehículos eléctricos en más operaciones empresariales”.
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