La elección de Joe Biden como Presidente de Estados Unidos tiene con altas expectativas a la industria automotriz, quienes apuestan a que el sucesor de Donald Trump acelere el proceso hacia energías más sustentables y amigables con el medio ambiente.
Es que para cumplir con las promesas de campaña, como la creación de un millón de empleos para el sector automotor, el próximo mandatario norteamericano, quien disfruta manejar de un clásico de años 60, deberá avanzar en la transición hacia la movilidad eléctrica. Para eso, se espera que se haga un giro en la estrategia de Trump, que no hizo alteraciones respecto de las normas de emisiones y fue un crítico respecto de los vehículos construidos fuera de sus fronteras.
Ahora se espera que, después de cuatro años, se endurezcan las sanciones, tomando como eje lo que realizan más de veinte Estados, las cuales han entrado en peleas legales con el Gobierno saliente debido al mínimo control de las emisiones.
El objetivo dicen los analistas es que se logre establecer un estándar país para poner fin a las disputas por Estados. “Esperamos que se acabe imponiendo un solo código a nivel nacional”, dijo Chris Reynolds, jefe de producción en EEUU para Toyota, en una entrevista a The Wall Street Journal, agregando que “y estamos abiertos a un compromiso razonable para poder llegar a eso”.
El siguiente paso va por el lado de la lucha contra el cambio climático, algo en lo que no creía Trump, pero que con Biden vuelve a tomar sentido. Y la industria automotriz mira con aprobación lo que sería algo como un Plan Renove, una propuesta que invite a los dueños de vehículos con motor a combustión a cambiarlos por aquellos que se mueven con electricidad. En este caso, el proyecto sería dar el salto relevante hacia energías renovables para 2035, con una inversión que alcanzaría los dos billones de dólares.
Si se logra dar pasos en este sentido, Tesla sería una de las más beneficiadas con la victoria de Biden, firma que pretende instalar medio millón de estaciones de carga en Estados Unidos, pero para eso debe conquistar a los indicados en Washington.
Otra forma de avanzar es con los incentivos estatales para la venta de autos eléctricos, tal como funciona el programa ZEV (Zero Emissions Vehicle) de California y de otros 13 estados, donde se le entregan créditos a las compañías que producen y venden vehículos cero emisiones. Tesla es una de las marcas que ha aprovechado estos beneficios, lo que se ratifica con los cinco trimestres de beneficios, destacando el último trimestre en el que registró 397 millones de dólares por ese concepto.
En cuanto a los grandes fabricantes, Ford felicitó al presidente electo señalando “la esperanza de que se enfoque en unir a nuestro país y apliquen políticas que fomenten la fabricación en EEUU, la sostenibilidad y la estabilidad económica global”.
General Motors, también aguarda con esperanza por la nueva Administración. Ken Morris, vicepresidente de programas autónomos y eléctricos, comentó que esperan poder “trabajar con Biden en apoyo de políticas que fomentarán una mayor adopción de vehículos eléctricos en los 50 estados y fomentarán las inversiones en I + D y fabricación”.