La extinción de la marca australiana Holden ahora choca con intereses ecologistas. ¿Por qué?
General Motors puso en venta el histórico circuito de pruebas de Lang Lang, un área de 877 hectáreas donde abunda la fauna silvestre autóctona australiana. Los grupos ambientalistas exigen proteger ese pulmón verde.
Tal vez Holden no se te haga un nombre familiar, y no es raro ya que esta marca australiana nacida en 1856 no se ha comercializado nunca en Chile. Y definitivamente ya nunca lo hizo, después de que a inicios de año General Motors le pusiera la lápida a partir de este mismo ejercicio, sellando más de 160 años de historia. Ahora, sin embargo, tras ese trago muy amargo para el orgullo australiano, otra vez Holden vuelve a estar en la palestra y esta vez en un tema que involucra a grupos ambientalistas. ¿Quieren que Holden vuelva? No. ¿Entonces qué?
Pues resulta que este actor oceánico tiene desde 1957 en su patrimonio un gigantesco circuito de pruebas en el pueblo de Lang Lang, en el estado de Victoria. Se trata de un área de 877 hectáreas al sureste de Melbourne -con muchísima vegetación y fauna silvestre- que ahora GM ofrece al mejor postor, según reporta CarAdvice.
Por supuesto la movida que supondría jugosos réditos a General Motors, encontró la oposición de organizaciones ambientalistas. En concreto se trata del grupo Save the Holden Bushlands, liderado por Tim O’Brien, un escritor, enólogo y ex periodista motor, que apunta a que el área sea declarada zona protegida y que este antiguo circuito donde Holden probó por seis décadas sus modelos, sea comprado por el estado australiano. O’Brien y su grupo señalan que Lang Lang es el hogar de numerosas especies en peligro de extinción, incluyendo el marsupial marrón meridional (foto principal), el loro migrador o el marsupial de hocico largo, todos animales que requieren de la naturaleza de este hábitat para sobrevivir.
“Dada toda la buena voluntad que la comunidad ha demostrado a Holden durante las seis décadas que ha estado aquí, GM debería hacer lo correcto y lograr una tarifa especial para permitir que el lugar caiga en manos públicas y que conservemos este pulmón tan importante”, dijo el retirado del rubro motor.
Meses antes se pensó que el circuito de Lang Lang podría sobrevivir al cierre de Holden, debido a que los últimos contratos de las instalaciones habían sido directamente firmados por GM en Detroit, pero el grupo estadounidense ahora solo piensa en deshacerse del enorme área antes de irse de Australia y Nueva Zelanda.
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