En esta época es habitual que las marcas de autos busquen celebrar la víspera de Navidad con anuncios publicitarios cargados de emoción, que harán llorar a más de algún espectador. Ya lo veíamos la semana pasada con el spot de Chevrolet, donde una mujer con Alzheimer recordaba momentos felices a bordo de un antiguo Suburban.

Tras ello, hoy es BMW quien busca emocionarnos hasta las lágrimas con una historia bien contada. El anuncio de la marca bávara, titulado “Father & Son. Freude Forever” (“Padre hijo. Alegría para siempre”), pone de relieve lo que el mero hecho de moverse a bordo de un automóvil puede llegar a significar para una persona.

Los ancianos en particular recuerdan a menudo embargados por la emoción la sensación de libertad emanada de la obtención del carnet de conducir. Sin embargo, llegadas a cierta edad, muchas personas mayores se ven obligadas (por pura responsabilidad) a dejar de conducir.