La historia detrás de los logos de las marcas de autos: ¿Cuántas de ellas conoces?
Desde amantes a pilotos de aviación, pasando por constelaciones y escudos familiares, fueron la inspiración para la creación de los emblemas de las marcas. Los logos son el reflejo de una esencia, y que muchas veces nos llevan a la historia y génesis de cada una de las marcas de autos.
¿Quién no jugó de niño a reconocer un auto a través de los logos que traían en su frontal o en la zaga? Es por esto que quizás los emblemas de la marcas automotrices son de las más reconocidas en las diferentes industrias de consumo masivo.
Sin embargo, pocos saben cuáles son las historias que hay detrás de cada uno de ellos. Aquí te dejamos 18 de las más importantes y el cómo fueron creadas.
Recordar antes que desde hace un par de años las marcas vienen dándoles pequeños retoques a sus emblemáticos logos, con el fin de ajustarlos a los nuevos tiempos, más enfocados en lo digital. Es el caso, por ejemplo, de Volkswagen, Nissan, Kia, Opel, General Motors y Skoda.
Alfa Romeo
El emblema de Alfa Romeo es quizás uno de los más bellos que existe en la industria automotriz mundial.
El famoso logotipo de Alfa Romeo fue creado en 1910 por un dibujante llamado Romano Cattaneo y hace referencia a la ciudad que le vio nacer, Milán.
El artista se inspiró en la cruz roja de la bandera de Milán y en el escudo de armas de la noble familia Viconti (por entonces una de las más famosas y relevantes de la región), en el que se aprecia una culebra devorando a un hombre. Pero esta escena es en realidad un símbolo milenario, y aunque sus orígenes son confusos, la mayoría de las explicaciones afirman que se trata de una metáfora de la victoria de los cristianos sobre los musulmanes durante las cruzadas medievales.
BMW
La compañía alemana BMW toma su nombre de la abreviación de Bayerische Motoren Werke (Fábrica de Motores de Baviera, en español) y eso es un hecho bastante sabido por los amantes del mundo motor. Pero lo que permanece en un segundo plano es el significado del histórico logo. Incluso, existe una confusión de larga data que BMW ha salido a aclarar.
Pese a que muchos piensan que el logotipo representa el cielo de Baviera visto a través de una hélice de avión, lo cierto es que la firma dice que el sello nace simplemente del “blanco y el azul, que son los colores del estado de Baviera, en Alemania, la cuna de BMW”. Entonces, ¿dónde encontró sustento la otra teoría?
“El mito de la hélice surgió años después: en un anuncio de 1929 aparecía el logotipo de BMW sobreimpreso en la hélice de un avión que BMW construía. La interpretación iba muy bien con la imagen pública de la joven empresa, ya que ahondaba en sus raíces y su experiencia en la construcción de motores para aviones”, detalla la centenaria y orgullosamente bávara BMW.
Chevrolet
¿Cuál podría ser la ligazón entre un corbatín y un fabricante de automóviles? Es una interrogante difícil de descifrar, tanto así que hasta hoy el misterio rodea a un ícono que desde 1913 ha adornado el frontal de 215 millones de autos.
Una de las teorías dice que el corbatín de Chevrolet fue establecido por el cofundador William C. Durant luego de un viaje a París, donde vio esta figura en el papel mural del hotel.
En 1929, Margery Durant sostuvo en el libro ‘Mi Padre’ que todo surgió durante una cena, cuando el ingeniero habría dibujado el actual logo justo al terminar su sopa y antes de que recibiera el plato de fondo. Sin embargo, fue su propia mamá -y esposa del socio de Louis Chevrolet- quien la rebatió, señalando que la idea se basó en un anuncio de un diario de Virginia. Durant habría exclamado: “Esto estaría perfecto como emblema de Chevrolet”.
Esta última versión es la más aceptada, puesto que historiadores encontraron la publicidad de la compañía carbonífera Southern Compressed del 12 de noviembre de 1911, donde se ve un símbolo muy similar al corbatín de Chevrolet.
Citroën
El doble chevrón que André Citroën decidió estampar en sus vehículos poco tiene que ver con el espíritu y valores afrancesados de la firma nacida hace 101 años en París.
En 1900, el ingeniero que dos décadas más tarde debutaría en el sector motor visitó a unos familiares en Polonia. Allí se maravilló con un sistema de engranajes de ruedas dentadas empleado en la producción de harina que, a diferencia de lo conocido en Francia, llevaba una sucesión de ‘V’ que se traducía en mayor superficie de contacto y, por ende, en menor desgaste. Esta cadena creaba la ilusión óptica de una espiga. De regreso a su país, Citroën replicó la idea en acero y dio vida a un enorme imperio conocido desde siempre por estos dos ángulos. En el tiempo, estos solo han sido redondeados.
Ferrari
Es uno de los emblemas más reconocidos en el mundo entero entre los fanáticos de los autos. La historia del “Cavallino Rampante” es fascinante, como tantas de este rubro.
Este emblema lo llevaba Francesco Baracca, un piloto italiano de aviones de la Primera Guerra Mundial. Fue su propia madre, luego de que el piloto muriera, quien le propuso al mismísimo Enzo Ferrari que dibujara en sus autos este símbolo para tener suerte. En la primera carrera Ferrari ganó con el Cavallino Rampante en su lateral. Fue desde ese momento que el símbolo estuvo presente en los autos de carrera, principalmente.
En los vehículos de calle, el emblema fue estilizado en 1945 por el grabador italiano Eligio Gerosa y aparece desde 1947, cuando nació el primer Ferrari: el 125 S. Lo hace en un rectángulo, con los colores de la bandera italiana en lo alto y con el nombre de Ferrari en la parte baja. De nuevo, Eligio Gerosa fue quien diseñó este logotipo, alargando el trazo superior de la F hasta la i final de Ferrari, y que ha llegado hasta nuestros días sin cambios.
Ford
La compañía del óvalo azul no siempre tuvo un óvalo. Así, tal cual. Si bien la marca de Michigan -revolucionaria con la adopción de la cadena de montaje en 1903- ha conservado la firma caligráfica de su fundador Henry Ford como sello distintivo, por años se trató de un simple manuscrito.
El huevo que encierra a ‘Ford’ no se conoció hasta cuatro años más tarde, cuando los autos del impulsor del fordismo llegaron al Reino Unido. Allí, los empresarios importadores Perry, Thornton y Schreiber decidieron destacar la fiabilidad de la entonces desconocida Ford, agregando esta mínima modificación. En 1927 saldría de fábrica el primer auto Ford con el emblema del óvalo azul. En 2003, el sello se modernizó con trazos más suaves y estirados.
Mazda
Mazda proviene de Ahura Mazda, dios de la sabiduría, la inteligencia y la armonía en las primeras civilizaciones de Asia Occidental. Y a eso se suma que también es la versión anglosajona del nombre de Jujiro Matsuda, fundador de la compañía.
En 1936 Mazda introdujo un nuevo símbolo inspirada en el emblema de su ciudad natal, Hiroshima, donde todavía se encuentran las oficinas centrales de la compañía. Los picos en mitad del logotipo conforman una triple “M” estilizada que pretenden ser las iniciales de “Mazda Motor Manufacturer”, mientras que las alas a ambos lados, representan la agilidad y velocidad de su producto.
En 1997 se presentó el símbolo actual que reinterpretaba la forma de una “M” asemejándola a la figura de un ave en pleno vuelo.
Mercedes-Benz
La responsable del primer automóvil de la historia (1886) también tiene una buena anécdota para contar. Reconocida como la marca de la flecha de plata, su emblema responde a la fusión de logos de las compañías Daimler Motorengesellschaft y Benz, que dan nacimiento a Mercedes-Benz. Mientras la primera aportó el citado diseño de las tres puntas, Benz hizo lo propio con ramilletes de laureles que rodearon la estrella.
¿Pero qué simboliza? La flecha interior fue obra de Gottlieb Daimler, quien quiso poner en relieve la fuerza de sus motores tanto en tierra, en mar, como en el aire. Así, desde la década del 20 -cuando ambas empresas se aliaron para sobrevivir a una dura crisis económica- la estrella plateada ha brillado en las competencias motorsport y también lo hace hoy en millones de autos, buses y camiones alrededor del mundo.
Mitsubishi
El emblema de los tres diamantes encarna un fenómeno único en la industria automotriz. Más allá de ser el sello japonés más antiguo del sector, ya que surgió en 1910, el símbolo de la firma fundada por Yataro Isawaki se ha mantenido sin adaptación alguna desde su génesis.
Los tres diamantes, contenidos en los vocablos ‘mitsu’ (tres) e ‘ishi’ (diamantes), fueron tomados de la línea genealógica de Isawaki. El escudo de esta familia de samuráis consistía en tres hojas de roble, algo que fue traspasado a la compañía con un elemento aún más valioso: el diamante. Este símbolo de la marca fundada en 1870 representa hoy a Mitsubishi Bank, Mitsubishi Corporation y Mitsubishi Heavy Industries, divisiones que conforman uno de los holdings más poderosos de Asia.
Peugeot
La Francia de mediados del S. XIX era gobernada por Napoleón III y en su base social pocos eran los que sabían leer y escribir. Por ello, Peugeot -en ese entonces en la siderurgia- le encargó al orfebre Justin Blazer el diseño de un logo que representara la dureza de sus herramientas. ¿El resultado? Un león sobre una flecha que sería inscrito por Émile Peugeot en 1858.
Este león ha sufrido más de 10 evoluciones, pasando por figuras tridimensionales macrocefálicas, hasta otras más estilizadas del rey de la selva dando rugidos y arañazos.
En 2021, la marca francesa estrenó la undécima evolución de su tradicional logo, que regresa al estilo de cabeza y melena.
Porsche
La empresa fundada por Ferdinand Porsche, en 1931, en Sttugart, adoptó como emblema la mezcla de dos escudos muy relacionados con su sede.
Realizado a partir de los bocetos del diseñador jefe de Porsche, Frank Xaver Reimspie, el emblema tomó como escudo exterior el correspondiente a la región histórica de Württemberg, cuya capital es Stuttgart, y se incluyó en el centro de ese escudo, otro: el de la propia localidad de Sttutgart, que muestra un caballo semental sobre fondo amarillo. Finalmente, el emblema queda coronado con el nombre de la marca grabado en relieve en un fondo amarillo.
Este logo casi no ha sufrido grandes cambios a lo largo de su historia, con algunas mejoras y estilizando algunos trazos.
RAM
RAM es de muy reciente data si se la considera un actor independiente. Se emancipó de Dodge recién en 2010 para seguir un camino solitario como especialista en camionetas y vehículos de trabajo.
No obstante, su pasado da cuenta de una larguísima trayectoria, y el carnero (ram, en inglés) adornó los capós de vehículos Dodge Brothers desde 1932. Fue obra del escultor Avard T. Fairbanks, a quien se le dio carta blanca para crear. “Sugerí que fuera un león, un tigre o un jaguar. Finalmente di vida a un carnero. Cuando los ingenieros leyeron que era el amo y señor de los cerros y no temía a ningún otro animal, ni siquiera a los más salvajes, se pusieron muy entusiastas”, relataría el artista.
El emblema RAM evolucionó de un rumiante de cuerpo completo a solo una cabeza, aunque sus enormes cachos para embestir no se alteraron.
Renault
Renault continúa con la costumbre de las marcas galas de llevar por nombre el apellido de quienes le dieron vida. Así, la compañía del rombo -iniciada por los hermanos Louis, Fernand y Marcel- fue conocida desde 1898 como Renault Frères (Renault Hermanos), aunque no llevó el actual ícono, sino dos ‘R’ opuestas y entrelazadas sobre un medallón de estilo Art Nouveau.
El primer logo que tuvo un auto Renault tampoco hizo referencia al mineral. Debutó en 1923 y consistió en una simple parrilla redonda con el ‘Renault’ en el centro. Dos años más tarde, en 1925, apareció el diamante que evolucionaría hasta nuestros días y que perdería las líneas horizontales en 1972.
Junto con el rombo, Renault siempre resaltó su origen, haciéndose llamar por décadas ‘el automóvil de Francia’.
Rolls-Royce
La firma de superlujo inglesa es una de las marcas que se distinguen por tener más de un símbolo que las representa. Primero, un logotipo con dos R entrelazadas y una pequeña escultura que preside las corazas de sus modelos. Sobre las dos iniciales no hay mucho que contar, básicamente hace relación a los apellidos de sus fundadores Charles Stewart Rolls, Henry Royce y Claude Goodman Johnson. Si bien este último no aparece, él mismo señalaba que su nombre es el guión que separa los otros dos apellidos del nombre de la compañía Rolls-Royce.
El logo ha cambiado dos veces, la primera cuando en 1910 muere Rolls, y como muestra de respeto y en señal de luto, a partir de esa fecha la primera R de los modelos de la marca cambió el rojo por el negro (1910 y 1933). Una vez que fallecido Henry Royce (1933) ambas iniciales pasaron a ser pintadas en color negro, hasta el día de hoy.
Ahora bien, la figura de rasgos femeninos, conocida como “El Espíritu del Éxtasis” fue propuesta por el escultor Charles Robinson Sykes, quien presentó una estatuilla con forma de mujer para presidir el frontal de los fabulosos Rolls-Royce, y la idea vino por parte de Lord John Walter Edward Scott-Montagu, un acaudalado noble británico que pidió a Sykes un emblema para su Rolls Royce Silver Ghost. Se dice, que la figura estaría inspirada en la amante de Montagu, la actriz Eleanor Velasco Thornton.
Škoda
Otra historia particular es la de Škoda. Es que esta firma con sede en la región de Bohemia se inscribe como el quinto fabricante de autos más longevo -por detrás de Daimler, Opel, Peugeot y Tatra-, siendo incluso anterior a la formación de Checoslovaquia en 1918.
En 1905, y después de iniciarse en las motocicletas (como Laurin & Klement, por sus dos fundadores), la marca, hoy reconocida como 100% checa, lanzó su primer automóvil llamado Type A. Dieciocho años después, con ventas repartidas por toda Europa, inscribió una flecha alada con versiones de tres y cinco plumas en la Oficina de Innovación y Registro de Pilsen.
El diseño fue obra de Tomas Maglic y se dice que la flecha responde a una señal de mirada hacia el futuro. Este 2023 el emblema cumple un siglo y Škoda rozará los 130 años.
Subaru
El logo de Subaru hace referencia a la constelación de las “Pléyades”. Uno de los motivos para elegirla fue que las cinco pequeñas estrellas representan las cinco empresas que se unieron para formar Fuji Heavy Industries, la empresa matriz de Subaru.
Toyota
En sus inicios la reconocida marca japonesa se llamaba Toyoda -el apellido de su fundador- y que en japonés significa “campo de arroz fecundo”. Sin embargo, el cambio de nombre se debió principalmente porque no hacía mucho sentido el significado de la palabra con un fabricante de vehículos.
Además, en japonés se necesitaba ocho caracteres para escribir Toyota, número de la suerte para la cultura nipona.
El logotipo actual está conformado por tres elipses que, según la compañía, simbolizan “el corazón del cliente, el producto y el alcance global que tiene la compañía”. Las dos elipses del centro, además, forman una letra “T”.
Volvo
La palabra Volvo proviene de “Volvere” que es el infinitivo del verbo “rodar” en latín y su primera persona es precisamente “volvo”, es decir, “yo ruedo”.
Si bien en la actualidad el logo ha recibido críticas de los colectivos feministas por utilizar como logotipo el símbolo del género masculino, Volvo ha explicado, en reiteradas ocasiones, la verdadera razón por la que sus fundadores escogieron este símbolo, muy lejos de estar relacionado a una inclinación machista.
En realidad los símbolos masculino y femenino no son otra cosa que la representación mitológica de Marte y Venus. De acuerdo con la mitología clásica, Marte era el Dios de la Guerra y la imagen con la que se representaba consistía en un círculo y una flecha colocada en diagonal señalando al cielo. Un signo de fuerza y resistencia, a la vez que es el símbolo del hierro, mineral clásico de las actividades de Volvo.
Siguiendo la tendencia de otros fabricantes el nuevo logotipo de la marca sueca, que se estrena en los modelos fabricados a partir de este año, será más minimalista y plano para dar una imagen más innovadora.
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