Presentada hace un año en el Salón de Detroit, el mismo lugar donde acaba de ser coronada como Camioneta Norteamericana del Año (North American Truck Of The Year), la Honda Ridgeline regresa a nuestro país en su segunda generación, manteniendo su ya conocida construcción en chasis monocasco, gran tecnología e inteligentes soluciones de diseño.
A primera vista, lo que más llama la atención es su completo cambio de imagen, donde la protagonista es la nueva parrilla frontal, que se reduce en tamaño y agrega un embellecedor cromado que se une a los faros, dejando a los neblineros y a la toma de aire secundaria en un plano más abajo.
Todavía robusta y con formas más rectas hacia atrás, ahora hay una separación visual mucho más notoria entre la caja y el habitáculo.
Construida sobre la misma arquitectura de la Honda Pilot, la renovada Ridgeline tiene mucho más alma de SUV que antes, ofreciendo un acceso muy cómodo al interior y donde el confort y la calidad resaltan a primera vista.
En cuanto a medidas, esta segunda generación de la camioneta japonesa crece 75 mm en el largo (5.335 mm), 80 mm entre los ejes (3.180 mm), además de 15 mm de alto (1.798 mm) y 21 en el ancho total (1.997 mm).
Este crecimiento generalizado permite contar con un habitáculo espacioso y un espacio de carga optimizado, con 692 kilos de capacidad de carga y 2.500 kilos de capacidad de remolque, eso, sin sumar los 206 litros de espacio del maletero ubicado bajo el área de carga, que permite transportar objetos con la mayor seguridad, o incluso ser utilizado como hielera, ya que cuenta con un drenaje especial que permite eliminar agua o residuos fácilmente.
Siguiendo con el pick-up, otra de las ventajas de esta camioneta reside en la apertura del portalón, que puede realizarse hacia abajo o hacia un costado.
La Honda Ridgeline estará disponible en nuestro país en versión única (RTL $ 32.990.000), equipada con un motor V6 de 3.5 litros, que entrega 280 caballos de fuerza y 355 Nm de par máximo, es decir, un 30% más de potencia y un 20% más de torque.
Este bloque incorpora inyección directa y administración variable de cilindros y estará gestionado con una transmisión automática de seis velocidades. También cuenta con tracción AWD con sistema Intelligent Traction Management, que permite elegir entre cuatro modos de manejo que optimizan la tracción: barro, nieve, arena y normal.
En términos de equipamiento, esta camioneta hecha y diseñada en Estados Unidos destaca por elementos de seguridad como control de tracción, frenos asistidos, antibloqueo y con distribución electrónica, monitor de presión de neumáticos con asistencia de inflado, seis airbags, alerta de punto ciego y luces diurnas LED, entre otros. También cuenta con control crucero, smart key, botón de encendido y radio táctil con entrada USB, bluetooth y conectividad Apple CarPlay y Android Auto.
En Honda quieren vender unas 600 unidades anuales, bastante más que las 400 que colocaron con la edición saliente.