¿Qué animales serían las marcas de autos? Fue la pregunta que se hizo la firma suiza Gowago, una startup de leasing de autos, buscando atraer usuarios a través de contenido de marketing diferente. La inteligencia artificial (IA) y ChatGPT, le dieron la respuesta, una que se volvió viral.
El avance de la IA se ha convertido en una efectiva herramienta para ciertas tareas, incluso ya se habla de que supone un peligro determinados puestos de trabajo. Un estudio de OpenAI (los creadores de ChatGPT) menciona que el 80% de los trabajadores de Estados Unidos pueden ver afectado al menos un 10% de las labores que realiza.
En el mundo automotriz, una de las aplicaciones a corto y mediano plazo que barajan los expertos es la venta de vehículos. A esa tarea se dedican firmas como Phyron, una startup de origen sueco cuya IA es capaz de anunciar por sí sola un auto a la venta. Y que, según sus creadores, lo hará tan eficazmente como un vendedor humano.
“Es solo cuestión de tiempo para que la tecnología avance hasta un punto en el que la IA pueda acercarse mucho a la forma en que un vendedor ofrece automóviles fuera de línea”, señala Johan Sundstrand, CEO y cofundador de Phyron.
“La velocidad a la que se está desarrollando el software de autoaprendizaje y está siendo adoptado por los minoristas, significa que un bot de ventas impulsado por IA completamente competente está tan cerca como 2025″, agrega.
¿Cómo funciona?
La base del software de Phyron es un lenguaje especial creado por la propia compañía, denominado ‘Large Language Model’, a través del cual la IA ha recibido un entrenamiento enfocado a la descripción comercial de automóviles.
Así, y utilizando los datos del auto en cuestión suministrados por el fabricante, puede componer textos explicando sus características o emitir respuestas precisas a las preguntas del cliente.
Lo más increíble del software, sin embargo, es que es capaz de utilizar las imágenes del auto para componer por sí solo videos promocionales con introducciones, argumentos de compra, llamadas a la acción y despedidas. Todo ello, con el hilo conductor de una voz que suena prácticamente natural en cuatro tonos a elegir (dos masculinos y dos femeninos) y en más de 22 idiomas posibles.
Para sus creaciones promocionales, la IA Phyron puede utilizar varias fuentes de datos distintas, desde un texto digitalizado de entre 5 y 5.000 palabras hasta un documento impreso escaneado. Incluso es capaz de conectarse a la web del fabricante para descargar la información.
El software de los suecos puede procesar una cantidad ilimitada de videos al mismo tiempo, demorando alrededor de 10 minutos en procesarlos todos, publicarlos en vivo en un solo minorista o sitio de subastas en línea clasificada, o escalarlos a toda la red si es necesario.
Si cambia un detalle, como el precio o la promoción, la fuente de datos se actualiza y el video se vuelve a reproducir automáticamente.
En la opinión de los responsables de Phyron, la gran ventaja de su IA es el ahorro de tiempo. Por un lado, el hecho de que pueda autoproducirse sus propios videos, concentra el trabajo de varias horas o días de un equipo audiovisual humano en una labor de apenas unas pocas horas, o incluso minutos.
Por otro, están convencidos de que dichos videos consiguen formalizar una venta mucho más rápido que un comercial en un concesionario tradicional. Según la compañía, los autos promocionados en Internet con Phyron acaparan un 50% más de tráfico online y se venden entre 3 y 5 días antes.
De ahí, que surge una nueva pregunta: ¿Crees que la IA puede ser capaz de vender autos de manera tan efectiva como un vendedor humano?
Le preguntamos a la experta en Inteligencia Artificial, Carla Vairetti, profesora de la facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de Los Andes, investigadora del ISCI, acerca de ello y esta fue su respuesta.
“El éxito de la IA en este tipo de ventas dependerá de la idiosincrasia del país. En un país en donde los autos se compran de forma principalmente online y en base a especificaciones técnicas, seguramente la IA será tan efectiva como un humano. Si el beneficio de la automatización se traspasa al cliente, es decir, si el auto que me quiero comprar lo consigo un poco más barato si es la IA quien me lo vende, puede ser que elija ese camino”.
“Sin embargo, en países como el nuestro donde la venta de autos es tan dependiente de la experiencia que uno tiene en la automotora, manejando el auto o simplemente entrando en él, no creo que se logre la misma efectividad, ya que el proceso suele ser acompañado por un vendedor con muy buenas capacidades persuasivas”, puntualiza.
Solo el tiempo dirá entonces si la IA es capaz o no de suplir al humano a la hora de vender un auto convincentemente.