La lista de autos únicos en Chile crece con el nuevo Corvette C8

La venta de autos nuevos en nuestro país suele hacerse a través de las marcas y representantes, quienes mediante sus concesionarios hacen llegar los vehículos a los usuarios. Pero hay ocasiones en las que estas empresas no traen algunos modelos al país, ya sea por permisos de la casa matriz, por capacidad de producción o simplemente porque no está dentro de los objetivos.

Eso no impide que por las calles de nuestro país circulen vehículos (especialmente de alta gama) que no se han puesto a la venta de forma tradicional. Así, a través de diversos sitios especializados en redes sociales, cada cierto tiempo podemos apreciar modelos como Lamborghini Urus, Pagani Zonda 760RS, Nissan GT-R, por nombrar algunos.

Por estos días el modelo que causa sensación es el Corvette C8. Tal como pudimos apreciar en el Instagram @carsandcoffeechile y @tsantiagocars, se encuentra en el país la primera unidad en color blanco de este llamativo súper deportivo y en su versión convertible.

Para hacerse de un vehículo de este tipo, se puede consultar con la marca. En este caso, General Motors es el fabricante, pero en nuestro país no tienen a disposición la gama de Corvette. Entonces, si no se trae de forma oficial, lo que se puede hacer es consultar por importación directa y conseguir que se importe el vehículo, cumpliendo siempre con todos los trámites de homologación y aduaneros.

El nuevo ejemplar que algunos afortunados podrán ver circular por las calles nacionales es nada menos que la octava generación de Corvette, el deportivo con mayor tiempo en Estados Unidos. Eso sí, los comentarios de los fanáticos dicen que no será el único y que ya habría otras dos unidades encargadas.

El Corvette C8 (Stingray) se anunció a mediados de 2019, pero hubo cierto retraso en su ensamblaje, quedando el 3 de febrero de 2020 como el día que comenzó la producción en la planta de Bowling Green, Kentucky (ver historia del documental).

A diferencia de las generaciones anteriores, este Corvette C8- que mencionamos como uno de los modelos que nos gustaría ver en Chile el año pasado- rompió con una larga tradición y dejó de ser un auto con motor delantero.

Ahora se mueve entonces por un gigantesco V8 atmosférico de 6.2 litros de disposición central, o sea, está instalado detrás de los dos asientos, por delante del eje trasero que tracciona.

La nueva ubicación, tal como explica la compañía, permite que se desvía el peso trasero, dirigiendo con más potencia a los neumáticos traseros, que es donde más se necesita. Además, con el parabrisas sobre el eje delantero, tiene una mejor carga aerodinámica en comparación con la séptima generación, por lo que no fue necesario agregar un faldón delantero.

En cuanto al motor, es capaz de desarrollar 495 caballos (+35 Hp que el anterior) con un par máximo de 630 Nm (+14 Nm), asociado a una transmisión automática de doble embrague y ocho velocidades, lo que le permite paso de 0 a 100 km/h en apenas 2,9 segundos, llegando a una velocidad máxima de 312 km/h (194 mph).

Las opciones de personalización son diversas, aunque algunos elementos destacan, como el selector de modo de manejo, que puede calibrar electrónicamente hasta 12 opciones para preparar el Stingray a cualquier camino. Además, con los modos My Mode y Z-Mode se puede personalizar aún más el desempeño y guardar la configuración entre viajes.

Es tal el nivel de performance, que la propia marca indica en su sitio web que “no es un auto para uso diario, pero es un auto que quieres conducir todos los días. Y con componentes aerodinámicos integrados en todas partes, su forma es tanto funcional como preciosa”.

Respecto de la versión convertible, como la que llegó al país, vale señalar que dispone de un inédito techo duro retráctil. Consta de dos partes, se abre y cierra eléctricamente y se esconde por encima del motor, sin mermar la capacidad del maletero.

El precio del nuevo Corvette en Estados Unidos tiene un precio de casi 60 mil dólares, aunque por la variante Convertible se debe cancelar 7.500 dólares extras, lo que dejaría al Stingray en unos 48 millones de pesos, eso sin considerar los costos de envío ni los impuestos.