La maldita primavera: Cuando la alergia se vuelve tu peor enemiga al volante de un auto
Estornudos, lagrimeo, congestión nasal, picor de garganta, somnolencia, todos estos síntomas de la alergia estacionaria pueden transformarse en un verdadero martirio al ir manejando, reduciendo notablemente la atención y seguridad al volante.
Mañana, 23 de septiembre, comienza la primavera, una estación del año amada por muchos, pero también temida por aquellas personas alérgicas. Y es que la llegada del buen tiempo trae consigo la proliferación del polen, principal responsable de las alergias estacionales.
Durante la polinización, una sola planta produce miles de granos de polen, que no se ven a simple vista, pero que están ahí en el ambiente, provocando incomodidad a miles de ciudadanos. Se estima que alrededor de un 25% de la población en Chile tiene alergia respiratoria, una cifra coincidente con la estimación mundial.
Para una persona alérgica, en primavera comienza un verdadero tormento. Irritación de ojos, congestión nasal, lagrimeo, picor de garganta, estornudos, problemas respiratorios… todos síntomas de que se tiene alergia primaveral y que influyen negativamente en la conducción.
Conducir con alergia, implica que en algún momento durante el manejo va a haber una disminución de la atención en la ruta, sobre todo en el peak de la enfermedad. De acuerdo con la Comisión Nacional de Seguridad del Tránsito (Conaset), dejar de prestar atención al camino por 5 segundos a 50 km/h, velocidad máxima en ciudad, implica avanzar 70 metros a ciegas. En carretera, a 100 km/h, son 140 metros que un vehículo transita sin atención al entorno.
Normalmente se recomienda a aquellas personas alérgicas que eviten el uso del vehículo cuando esto suceda, pero todos sabemos que no siempre podemos decidir si conducir o no. Por ello, te entregamos algunas recomendaciones para sobrellevar mejor las alergias durante el manejo.
- En caso de padecer una alergia respiratoria no es conveniente conducir con las ventanas abiertas: para combatir el calor es preferible conectar el aire acondicionado o el sistema de climatización, ya que te permitirá respirar un aire más limpio.
- Limpia bien cualquier rincón del auto: que no haya polvo en las salidas de ventilación. Limpia con frecuencia los vidrios, el tablero, las guarniciones de las puertas, la tapicería de los asientos, las alfombrillas y el techo.
- Es aconsejable que utilices productos específicos que se ofrecen en tiendas especializadas del automóvil y una aspiradora con filtro de agua para que la atmósfera del habitáculo sea más saludable. Un habitáculo limpio es clave para reducir los efectos de las alergias.
- Si viajas con perros y gatos dentro del vehículo, ten en cuenta que su pelaje suele ser bastante alergénico, por lo que se remienda limpiar el auto inmediatamente después de haberlos transportado.
- Utiliza los filtros HEPA para filtrar mejor el aire: son capaces de neutralizar mucho mejor los alérgenos. Dependiendo del volumen de polen, de la climatología y de lo que uses el vehículo, tendrás que sustituirlo cada seis o doce meses.
- La concentración de polen no es la misma a lo largo del día. Los momentos más sensibles coinciden con la salida y puesta de sol por lo que es recomendable que evites conducir un vehículo al amanecer o al atardecer.
- Unos lentes de sol homologados serán unos grandes aliados para los conductores alérgicos, ya que sus ojos son mucho más sensibles a la luz y así reducirán el lagrimeo. Si tienen protectores laterales, mucho mejor.
- Conoce los efectos secundarios de los fármacos. Los antihistamínicos funcionan hasta casi eliminar los síntomas de la alergia durante algunas horas. Sin embargo, dichos compuestos no encajan muy bien con la conducción, ya que uno de sus efectos secundarios más clásicos es que producen una somnolencia que, dependiendo del paciente, puede ser bastante intensa. No se permite la conducción bajo los efectos de fármacos que causan letargo y, aunque ya existan los antihistamínicos de última generación que han minimizado el problema de la somnolencia, siempre se recomienda leer bien el prospecto, donde aparecerán las contraindicaciones.
- No conduzcas si te afecta el tratamiento. No todas las personas reaccionan igual ante la medicación y puede que tengas más sueño de lo normal o que tus reacciones sean más lentas. Ante el menor síntoma, lo mejor es no correr riesgos y dejar de conducir. Acude al especialista para comunicarle estos efectos. En todo caso, debemos tener en cuenta que los efectos sedativos del tratamiento disminuyen al adaptarse el organismo. Por ello se aconseja retrasar los viajes largos al principio del tratamiento.
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