La muerte de Diego Armando Maradona sigue generando noticias. El deceso del “10″ provocó un remezón en el universo del fútbol y millones siguen lamentando la partida de quien consideran el mejor futbolista de la historia.
Pero tras ese fatídico 26 de noviembre, comenzó un proceso judicial que tiene por objetivo dividir los bienes del nacido en Villa Fiorito. Para eso, se realizó un registro de bienes por parte de su familia ante Sebastián Baglietto, encargado de administrar la sucesión del Pelusa, según consigna el sitio Infobae. Y en el listado de pertenencias, aparece una motocicleta tan especial como llamativa. Y única, tal como el mismo Maradona.
Se trata de una Harley Davidson Fat Bob 107, modelo que solo tiene el nombre de la edición original, puesto que fue personalizada por completo, incluso tomando nombre propio: la moto se llama “Yo soy Diego”.
La historia de esta motocicleta se remonta a junio del año pasado, cuando el formado en Argentinos Juniors dejó de ser el técnico de Dorados de Sinaloa en México debido a una operación a la que debía someterse. En esa intervención le pondrían una prótesis en la rodilla derecha.
Siguiendo lo que pasaba con Maradona en la Clínica Olivos, a miles de kilómetros, el Dínamo Brest de Bielorrusia, equipo del que el Diego fue presidente, le mandó a confeccionar un regalo para animarlo tras su paso por el bisturí: una motocicleta personalizada a su medida, pensada en cómo sería una moto a través de la vida de Maradona.
“Ellos siguen de cerca la vida de Diego y quisieron hacerle un regalo. Diego quedó maravillado al ver las fotos y quiere ir a buscar la moto”, dijo en la ocasión Matías Morla, quien fuera el abogado de Maradona hasta sus últimos días.
Sobre la motocicleta, el encargado del proyecto de personalización de la pieza en la casa ShifCustom,Yuri Shif, señaló en su momento que que la intención fue siempre conseguir algo que mostrara “cómo se vería Diego si no fuera un jugador de fútbol, sino una motocicleta”.
Con esa idea la Harley Davidson Fat Bob 107 fue rediseñada. Se le bajó la altura, las partes del cuerpo de la moto fueron hechas a mano, se instalaron nuevos dispositivos electrónicos y un asiento de cuero.
Pero no fue lo único. También se le incluyeron una serie de elementos que distinguen al argentino. Para empezar, se le colocó el número 10 en la parte frontal, el tanque de combustible se pintó con los colores albicelestes de la bandera transandina y la firma del futbolista se estampó en el borde del asiento. Para terminar, la rueda delantera se convirtió en un balón de oro, lo que sin duda fue el mayor desafío en el proceso creativo de la Yo soy el Diego.
“Estudié todo lo que está a la vista y lo que no es muy accesible. Leí la biografía y las memorias sobre él de varias personas, vi películas, fragmentos de juegos, entrevistas. Recogí mucha información. Podemos decir que sé todo sobre él”, dijo Shif cuando presentó la motocicleta.
El valor de esta moto oscila entre los 30.000 y 40.000 dólares. Y no fue el único regalo que le hizo el cuadro de Bielorrusia, ya que también le obsequió un anillo con una piedra preciosa avaluada en 300 mil dólares, un 0,5 % de las acciones de la institución y una portentosa camioneta anfibia Overcomer Hunta con la que incluso se hizo presente en el estadio, un enorme vehículo capaz de navegar y que fue parte de la excéntrica colección de autos del “10″.