La nueva Ford F-150 diésel viene a pelearle a la Silverado diésel: ¿Cuál rinde mejor y hace más km?
Ford decidió por fin dotar de un motor turbodiésel a su best seller, una jugada que hoy le permite ser mucho más competitiva en mercados como Sudamérica.
Este jueves Ford lanzó en Chile la decimocuarta generación de su camioneta best seller F-150. La pick-up de tamaño completo llega en esta nueva horneada -como resulta casi lógico- con más tecnología y practididad, pero también con la novedad de contar con la opción de un motor turbodiésel Powerstroke 3.0 litros de seis cilindros en V. De esta manera, ahora en Chile la F-150 compite en paralelo con la Chevrolet Silverado que ya ofrecía esta motorización, igualmente un turbodiésel de 3.0 litros, pero con disposición de seis cilindros en línea. La pregunta es lógica: ¿cuál rinde mejor?
Hay que decir que la movida de Ford de dotar a la F-150 de un motor diésel, antes terreno exclusivo de la línea Super Duty de doble rodado trasero, tiene que ver justamente con no dejar ningún cabo suelto en su eterna disputa por mantenerse como la camioneta más comercializada del mundo. Y es que no hay que olvidar que en EE.UU. -a diferencia de Chile- el diésel resulta ser más caro que la bencina, de modo que allí su existencia parece tener menos sentido y solo se explica por el hecho de tener un arma para disputar de tú a tú con la citada Silverado diésel y la Ram 1500 diésel (esta última no disponible en Chile).
Frente a frente
Para poner las cosas en contexto, mientras el motor V6 de la F-150 desarrolla 250 Hp y 597 Nm de torque desde 1.750 rpm, la Chevrolet con el bloque seis cilindros en línea es algo más generosa y entrega 277 caballos y un torque máximo de 619 Nm desde 1.600 rpm. Ambas tienen caja automática de 10 marchas.
De acuerdo con la Environmental Protection Agency (EPA) de Estados Unidos, habrá que distinguir. Si en ciudad sale victoriosa la Chevrolet Silverado, con un consumo de 22 millas por galón (9,4 km/l), frente a las 20 mpg (8,5 km/l) de la Ford F-150; en carretera este última inclina la balanza en su favor frente a la camioneta de la marca del corbatín: la Ford ofrece un consumo de 27 mpg (11,5 km/l), en tanto que la Chevrolet llega a 26 mpg (11 km/l). En los promedios, mezclando un ciclo y otro, la situación se zanja así: la Silverado anota 24 mpg y la F-150, 23 mpg (10,2 km/l y 9,8 km/l, respectivamente).
En autonomía vuelve a ganar la F-150. Y es que dispone de un estanque que se llena con 98,4 litros de diésel (26 galones) con lo que anda hasta 962 km, mientras que la Silverado tiene un depósito de 90,8 litros (24 galones), para una autonomía máxima de 927 km.
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